En realidad somos nosotros los que nos movemos y determinamos el punto de referencia
Anda que no tiene que ser difícil vivir en una litografía de Escher. A ver cómo explicaba Coco el de Barrio Sésamo que lo que sube, baja; que lo que está lejos está cerca; que lo que se multiplica se divide y que las abejas mutan en playas y fichas de ajedrez según la trama en la que estén.