El problema radica en el propio prejuicio especista cuando vemos a los demás animales como integrantes de diferentes especies, en vez de verlos como lo que realmente son, individuos sensibles, con voluntad e intereses propios.
Cuando esta verdad se nos revela, vemos lo absurdamente injusto que es anteponer nuestro interés ¿estético? en disponer de la mayor variedad posible de especies, como si los demás seres vivos fueran cromos con los que completar un álbum, porque así queda mas "bonito"... al interés en vivir una vida digna siendo dueños de sus propias vidas de cualquier individuo sintiente.
Por otra parte, si toda la humanidad se volviera vegana, reduciríamos de tal forma la presión ecológica sobre el planeta, que los demás animales libres (donde reside la verdadera biodiversidad del planeta) tendrían un respiro para poder recuperar sus poblaciones y así parar, o al menos reducir muy considerablemente, lo que ya se considera un nuevo periodo de extinción masiva, causado esta vez por el éxito y el abuso de la especie humana sobre las demás especies.
Saludos!