3. RESTRICCIONES GENERALES SOBRE PLANTAS COMESTIBLES
Las verduras y frutas que crecen bajo el suelo (raíces de plantas) están prohibidas como regla general. Es evidente que, para obtener tales verduras y frutas, se debe arrancar la planta de raíz, destruyéndola por completo, y con ella todos los demás microorganismos que hay junto a la raíz. Las frutas y verduras frescas deben ser recolectadas sólo cuando estén maduras y a punto de caer, o idealmente tras haber caído de la planta. En caso de ser tomadas de las plantas, sólo se debe coger la cantidad necesaria y debe ser consumida sin desperdicio. Los granos, como trigo, arroz, maíz, legumbres, son obtenidos cuando las plantas o las vainas están secas y muertas. Cortar árboles verdes para obtener madera o cualquier otro uso está estrictamente prohibido. Este es en verdad un brillante ejemplo de "conservación" en los tiempos antiguos, para el que la civilización moderna todavía está intentando encontrar vías. Un Jainista ortodoxo ayuna dos veces por quincena, el octavo y el decimocuarto día de los ciclos de luna llena y nueva del calendario lunar. Algunos incluso ayunan tres veces, incluyendo el quinto día de ambos ciclos lunares. Durante el ayuno sólo se consumen alimentos preparados con granos y no se toman vegetales verdes ni frutas. En el contexto de "verduras y frutas de raíz", la mayoría de los Jainistas actuales han derivado restricciones autoimpuestas, no sancionadas por la religión. La mayoría de los Jainistas con la excepción de los ortodoxos y tradicionales, comen la mayoría de las verduras subterráneas como patatas, zanahorias, nabos, etc, por razones de conveniencia social (después de todo caen dentro del régimen de una dieta vegetariana). Incluso entre estas excepciones, un gran porcentaje todavía no consumen cebolla y ajo. Las razones aducidas son su fuerte olor y que son Tamsik, alimentos que conducen a una acción letárgica. Es un refrán conocido el de que "Uno es lo que come". Pero los Jainistas van mucho más lejos al definir el carácter de un individuo. Según ellos "Uno es lo que piensa", una afirmación que cualquier psicólogo criminal y social puede confirmar. La violencia de pensamiento es tan negativa para el desarrollo del carácter como la violencia de acción. En este sentido, los dulces y chocolates en forma de animales generalmente no son consumidos por las familias Jainistas. Imaginemos un niño comiendo la "cabeza de un conejo" o la "pierna de un hombre". ¿Cuál será su psicología y personalidad? Si quieres comer chocolate, hazlo, pero ¿por qué asociarlo con un desagradable pensamiento de crueldad hacia los animales y/o canibalismo? Los Jainistas ortodoxos ni siquiera consumen alimentos cocinados / preparados de las tiendas. Todos los alimentos deben ser preparados en el hogar bajo las condiciones más higiénicas.
4. RESTRICCIONES ESPECIFICAS SOBRE FRUTAS Y VERDURAS
Un grupo de cinco frutas de la familia de los higos, denominados los Cinco Udambars de la literatura Jainista no están permitidos. Las ciencias biológicas modernas han descubierto que estas frutas, producidas gracias a la polinización de las flores por parte de las avispas, están habitadas por especies de avispas específicas para cada una de ellas. Por ejemplo, el ciclo de vida de la avispa "Blastophaga grossorum" se completa en el interior del higo "Ficus carica". La avispa pone sus huevos en el interior de las flores y muere, los huevos maduran dentro del higo y producen avispas macho y hembra. Los machos desprovistos de alas fertilizan a las hembras y mueren, y las hembras salen del higo para reiniciar el ciclo. Por tanto el higo contiene los restos de los huevos y las avispas muertas. (RE: The Earth, It's Wonders, It's Secrets: NATURE'S MASTERPIECES, Reader's Digest Publication, pp99, 1994).
Los Jainistas muy ortodoxos no consumen ni siquiera las frutas y verduras con múltiples semillas tales como el brinjal (berenjena) y la guava. Tales frutas y verduras suelen contener gusanos, aunque este no sería el caso con el uso de insecticidas en el cultivo. Pero ¿qué tienen que decir los defensores de los alimentos naturales y los conservacionistas ambientales sobre el uso de insecticidas y fertilizantes químicos? Hace unos años, el autor desarrolló personalmente un experimento informal pero controlado para confirmar esto. Ciertas piezas de brinjal y guavas muy limpias y finas, sin marcas ni defectos en el exterior y sin evidencia externa de haber entrado ningún gusano, presentaron gusanos en el interior. Discutiendo este hallazgo con colegas biólogos, me explicaron que ciertos insectos depositan sus huevos en la flor, los cuales quedan atrapados en el interior de estas frutas y verduras y se desarrollan en forma de gusanos sin dejar señal sobre la superficie externa. Esto es en parte similar al ciclo vital de la avispa en el higo. Actualmente, aunque la mayoría de los Jainistas consumirán estas frutas y verduras, generalmente las cortan y examinan cuidadosamente antes de cocinarlas, mientras que la forma hindú más común de cocinar brinjal entre otras comunidades es asarlo entero, hasta que estalla por el vapor, y prepararlo para comer sin importar los gusanos del interior, ni en qué medida puedan afectar la propia salud. La coliflor y el brécol que poseen superficies aterciopeladas no son consumidos por los Jainistas ortodoxos. Diminutos insectos voladores que se crían en los campos, quedan adheridos a su superficie, y no pueden ser quitados por completo a pesar de un lavado cuidadoso. Los champiñones y setas no son utilizados por las familias Jainistas debido a que crecen bajo condiciones poco higiénicas y son parásitos. La miel, el vinagre, la melaza y el vino son tabú, por supuesto. Las verduras que sangran al cortarlas y poseen el aspecto de carne cocida al prepararlas no son muy apetecibles para la mayoría de los Jainistas. La col repollo debe ser pelada capa tras capa, limpiando y lavando cada hoja antes de cortarla y cocinarla, porque puede haber insectos y gusanos viviendo entre las hojas, aunque hoy en día no muchos cortan la col de esta manera. Otras verduras de hojas, como las espinacas, etc., deben ser también inspeccionadas y limpiadas hoja por hoja antes de cocer y comer.
5. RESTRICCIONES SOBRE HORARIOS Y LIMITES
Los alimentos deben ser cocinados y comidos durante las horas diurnas solamente. Los Jainistas ortodoxos no cocinan ni consumen nada, ni siquiera agua, antes de salir el sol o después de ponerse el sol. Cocinar alimentos por la noche provoca la muerte de diversas criaturas por el fuego. En tiempos antiguos cuando no existía iluminación adecuada tales criaturas podían incluso ser grandes como pájaros, serpientes, roedores, ardillas, lagartos, que podían estar ocultos en la madera o el carbón. Los insectos atraídos por el fuego pueden caer dentro de la comida. En tiempos modernos, en que se dispone de luces para cocinar de noche, la muerte de insectos atraídos por la luz que caigan dentro de la comida todavía representa una alta probabilidad. Más todavía mientras se come por la noche, algunos insectos son atraídos por el aroma de la comida y pueden convertirse fácilmente en parte de la ración. En un contexto diferente, acostarse tras una comida tardía no es una costumbre saludable. Comer antes de ponerse el sol, es decir, un par de horas antes de acostarse tiene su importancia. Todos los alimentos han de ser cocinados diariamente. Los alimentos cocinados durante la luz diurna deben ser consumidos dentro del mismo día, pero la comida dejada de un día para otro está prohibida. Existen diversas posibilidades para justificar tal norma, por ejemplo, evitar la pérdida de alimentos puesto que no había frigoríficos en los tiempos antiguos, en condiciones inadecuadas de almacenamiento los insectos pueden introducirse en los alimentos sobrantes, la luz ultravioleta del sol actúa como protección frente al crecimiento de bacterias, pero en la frescura y oscuridad podría producirse un rápido aumento de bacterias y hongos quizás no lo bastante grande como para ser visible al ojo. Por la misma razón, la harina y las especias deben ser recién molidas, y tanto ellas como otros alimentos deben ser usados en un periodo de tiempo específico que depende de la estación y del producto. Como ejemplo las especias molidas y la harina de cualquier cereal tiene una validez de 3 días durante las lluvias, 5 días en verano y 7 días en invierno. Esta práctica también asegura la frescura, el aroma y el buen sabor de estos ingredientes. Qué más científico se podría pedir durante los tiempos antiguos, cuando sabemos que incluso en el mundo científico actual todos los alimentos de los supermercados, incluso a pesar del uso de conservantes químicos, están señalados con una fecha de caducidad.