Buenas,
si, celebro la Navidad aunque no sea creyente. Es decir, no vamos a la misa del gallo pero ponemos el árbol.
Por supuesto que se les cuenta que existen los reyes magos, el ratoncito Pérez, las hadas, los duendes, los castillos mágicos donde son los caballeros, las habitaciones de princiesas, y cualquier cosa que sea maravillosa y no exista realmente en este mundo. No entiendo el beneficio de matar la ilusión a un niño.
Besitos.