Hola deportaistas!!! Menudo tiempo estamos teniendo para correr! Anteayer cogí la bicicleta y ...¡menuda carrera! subiendo un puerto de 1ª me sorprendió un nubarrón compacto y negro negro en los primeros claros de bosque que se abrían en las alturas. Dios mío! se iba acercando por mi izquierda y no me quedó mejor excusa que hacer partícipe a la inesperada nube de una carrera hasta el pueblo más cercano. Dejé que mis piernas batieran los pedales ya en llano mientras la respiración y el pulso armonizaban con el movimiento. Ya no quedaban más velocidades, el viento golpeaba mi cara con gusto imponiéndo su prolongado gemido a mis oídos, las ruedas devoraban el asfalto con intención de despegarse a cada impulso, la vista al frente perdida en algún punto... el éxtasis estaba servido. El equilibrio de todos los factores dejaron en bandeja ese estado de interiorización casi mística que imploraba la alegría de sentirse vivo ajeno a todo lo demás.
¡Cómo me gusta el deporte!