Pero bueno, ahora aclarado el asunto principal. ¿Qué pasaría si una persona muere y se quiere extraer sus órganos pero la familia no quiere? Pues, lo crean o no, aunque los familiares estén en contra, el médico puede seguir adelante con la extracción de órganos. Claro que esto crea una situación tensa, desagradable y nada deseable en la relación médico-familiares del paciente. Por lo que se trata de hablar razonadamente con la familia para que vean con buenos ojos la donación. Básicamente para que queden conformes porque, les guste o no, su decisión no cuenta legalmente. Según el médico, habrá quién siga adelante o habrá quién acepte la decisión de la familia, eso ya entra en el terreno de lo ético y no de lo legal.<br />
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Actualmente, la política es la de ir a favor de los deseos de la familia. De lo que se trata es de darle un ambiente solidario al tema de la donación de órganos, no de imposición. Lo último sin duda tendría como resultado una percepción más negativa de este proceso y mucha gente en vida rechazaría ser donante en muerte.<br />
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Lo cual nos lleva a que aunque en la teoría todos seamos donantes, en la práctica, son los familiares los que deciden. Y da igual que poseas un carné de donante, si la familia dice que no, la donación no tiene lugar. <br />
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http://www.soitu.es/soitu/2008/01/23...93_835073.html