Hoy he rescatado un trozo de tempeh
He abierto la nevera, y casi sin avisar ahí ha aparecido, inesperadamente, arrastrándose sobre su propio cuerpo, con la cara desencajada y los ojos enrojecidos. Mirándome con una expresión atemorizada y aterrorizada, me ha suplicado por su vida.
¿Cómo es posible haberle dejado olvidado ahí tanto tiempo? ¿Cómo se me pasó por alto, cuando prometí cuidarle y protegerle desde el día en que le acogí en mi nevera?
No podría perdonármelo, mi mente no me dejaría. En seguida le saqué de ahí. Lavé su cuerpo, cuya piel estaba cubierta de pústulas y marcas de una putrefacción temprana. Aseé sus heridas y retiré las partes más perjudicadas con sumo cuidado y precisión de cirujano. No quería lastimarle más todavía. Traté de devolverle la dignidad, la confianza en si mismo y el valor perdido. Fue tal el proceso, tan meticuloso y entregado, tan apasionado y minucioso, que en seguida me di cuenta de que merecía otra oportunidad. Que todo el esfuerzo realizado habría valido la pena.
Y entonces, sin pensarlo dos veces, lo troceé en pedacitos y lo arrojé sobre una sartén que contenía aceite hirviendo.
El Monstruo del Espagueti Volador te guarde en su gloria, a pesar de no haber tenido la ocasión de llegar a formar parte de un plato de pasta.
tl;dr: He encontrado un trozo de tempeh olvidado en la nevera, y lo he podido aprovechar justo a tiempo