Hoy dando un paseo con mi hija pequeña por el pueblo, he encontrado un auténtico tesoro, unos arbeyatanos (fresas silvestres) deliciosos. Me ha dado un subidon tremendo, son muy difíciles de encontrar y además no son muy numerosos, por eso son un tesoro. Después de comer la niña ha dicho " voy a comer arbeyatanos de postre) y salio al camino a por ellos, respetando las flores que darán fruto y las fresitas que aun no estaban maduras.
Cualquier día abandono del todo la ciudad y me voy para siempre a mi pueblo.