Y se da a entender que nuestra mandíbula no puede desplazarse de arriba abajo como la de un carnívoro u omnívoro y que ésta no es pequeña y frágil (en comparación con otros grupos de primates) como una posible consecuencia del uso prolongado del fuego y no de nuestro evidente e indubitable frugivorismo y debe inferirse que nuestro intestino mide el doble o el triple de lo que en realidad mide. :D