No se pegarán ni de coña, pero si sales de casa, y tienes cómo, los dejaría separados :o.
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No se pegarán ni de coña, pero si sales de casa, y tienes cómo, los dejaría separados :o.
Eso voy a hacer porque tengo la cena de la empresa hoy...
Dime que no se van a pegar, porque Ororo bufa más fuerte... y hace un ruido así como de grrrrrr... Coyote la mira y pasa de ella.
Es normal... Las últimas dos acogidas, adultas que habían vivido solas has entonces, se bufaron con nuestra Haru hasta el último día. Y ni una pelea.
Brea no sale. Se me hará pis en el rascador? He puesto una bandeja arenera en el salón y el plato de Coyote en la otra punta.
Esta noche los dejaré separados. Coyote y Brea, que se llevan bien, en el salón y Ororo en el pasillo y mi cuarto.
Coyote se ha comido el resto de la comida húmeda de Ororo mientras Ororo se quedaba detrás y le bufaba. Él la ha mirado y no le ha hecho ni caso.
Yo me he acercado a Coyote pero me bufa.
Va muuuuuuuy bien
No puedo evitar reirme porque me acuerdo de mis primeras acogidas y :_). Qué caótico todo.
Va a ir todo de maravilla, Sarmale. Coyote, en cuanto vea quién le pone la comidita y le limpia las cacas va a saber a quién no debe bufar.
Flipo con que coma y use el arenero y de todo con sus 7 años desde el primer día, por cierto. Qué maravilla.
Yo también diría que va bien! Que gran día Sarmale.
Viernes, Polar y Mina (al llegar ella, adultos todos) se bufaron unos quantos días también. Se ponían en triángulo en el comedor y dale, y si pasaba yo cerrca me bufaban a mí también. Y al poco tan amigos.
Vello, yo no puedo vivir sin una mesa delante del sofá jeje, y siempre llena de cosas. Pero no tengo tele!
Ha usado los dos areneros. Ororo sigue gruñendo mucho, pero sin gritar, y bufando. Yo, cada vez que bufa, me pongo histérica. Coyote la mira mucho, pero no le bufa ni le hace nada. A María Jesús le ha bufado a la tercera caricia (Coyote, digo). Brea sigue sin salir.
Y yo doy la coña, perdonad, pero estoy en mi casa sola con tres gatos, dos de ellos desconocidos y una Ororo a la que nunca he visto así. Se ha metido conmigo en la bañera, se ha mojado enterita y, entre lamida y lamida para secarse, mira a Coyote, que está tumbado al lado de mi bolsa de agua caliente para la regla (adiós bolsa de agua caliente, porque no me atrevo a acercarme para cogerla) y le bufa.
Tengo que salir a comprar un comedero al veterinario que está debajo de mi casa, o dos, y los dejaré a cada uno en un sitio.
Brea sigue escondida y no sale. Me acerco al rascador, le hablo con amor, me mira, le pongo la mano cerca para que me la huela y ni se acerca, pobrecita mía. Cuando Coyote estaba solo en el salón porque Ororo había ido a hacer pis, sí salió. Llegó Ororo y adiós. En el rascador todo el rato...
Tienen que conocerse chiquilla, siemrpe lleva tiempo. Igual les viene bien estar un rato separados y volver luego sin el efecto sorpresa. Aunque yo no soy experta gatuna eh.
Yo no tengo ni idea. Pero ni idea. Y aquí estoy. Con los gatos estos...
Y mandando guasaps a Vello, a Alvaro Pons (el crítico de cómics, que es gatuno también), a mi amiga Cristina, escribiendo aquí, chateando con Raquel, que es la chica que recogió a Brea...
Con los gatos estoy calmada, a Ororo la mimo mucho y ya está. :)