Iniciado por
Sarmale
No sé si creciendo se les quitarán las ganas. Yo, que siempre he sido muy empática y tal, lo de los animales no me lo planteaba. Esto es como cuando tienes 13 años: todo el mundo es hetero. Los animales están ahí para darnos cosas. Cuando me dio por la fotografía, en Toronto me fui a un zoo: tengo una bolsa con un oso polar que es la que uso para ir a la compra. No vuelvo. No me meto con las decisiones ajenas. Pero yo no hago ya ni haré ciertas cosas (vamos, que solo he ido a un zoo en mi vida, ojo). Ahora, en una cabalgata quieren usar camellos y yo en las reuniones de redacción pongo el grito en el cielo. Y al final me dan la razón. Antes veía la cabalgata de Madrid por la tele y pensaba: mira qué bonitos los elefantes. Y ahora pienso: cabrones hijos de puta, qué hace un elefante pisando asfalto.
Y desde que vivo con Ororo, más aún.