Cultivos organopónicos, huertos alternativos
El cultivo sobre sustratos orgánicos o semiorgánicos gana espacio en la actualidad ante las más diversas razones.
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No siempre se dispone de un terreno con las características óptimas para el cultivo en el entorno rural y a veces aún disponiendo de él se requieren controlar determinadas condiciones que obligan a hacer huertas protegidas contra factores adversos tales como el riesgo de erosión, el drenaje, los vientos, entre otros. La huerta aledaña al hogar no siempre es posible porque el terreno no es el apropiado.
La agricultura en las ciudades se ha convertido en una necesidad y cuenta con incalculable potencial para obtener alimentos y otros productos útiles para la salud y la cocina. Mas de 200 millones de personas en las ciudades del mundo practican alguna de las diversas modalidades de agricultura urbana.
estimándose para 1997 una producción sobre los 3 millones de quintales (138 000 t) en el país.
La palabra organopónico no sólo se debe al uso de sustratos orgánicos, sino al uso de prácticas compatibles con la agricultura orgánica o natural.
El desarrollo de esta modalidad popular de agricultura en las ciudades ha experimentado éxitos relevantes, sin embargo cuenta con retos y dificultades que enfrentar.
La adopción del cultivo organopónico requiere ser adaptada a las condiciones de cada localidad. Sin embargo sus principios y prácticas culturales poseen rasgos generales que le convierten en una modalidad de cultivo practicable en las más diversas condiciones.
¿Qué es un organopónico?
Un organopónico es una especie de huerta en la que se siembran y cultivan las plantas sobre un sustrato formado por suelo y materia orgánica mezclados en un contenedor y que se basa en los principios de una agricultura orgánica.
Los contenedores pueden ser de distintos tipos y materiales, siendo lo mas frecuente su construcción sobre el suelo empleando solo los contenes* laterales. Las fuentes de materia orgánica pueden ser diversas empleándose desde los distintos tipos de estiércol hasta los residuos de procesos de beneficio de las cosechas en cultivos tales como la caña y el café.
Los organopónicos pueden destinarse a la producción de vegetales comestibles, plantas medicinales y condimentosas.
La palabra viene de una adaptación del término hidropónico (sistema de cultivo sin suelo en el que sobre sustratos de diverso tipo como soporte se le da a la planta una solución líquida con todos los nutrientes requeridos).
El cultivo organopónico es una modalidad de agricultura útil para las condiciones en que no se dispone de un suelo cultivable fértil y se quiere utilizar este espacio para la producción vegetal de forma intensiva y bajo principios de producción orgánica.
Figura. Esquema de un cantero de organopónico.
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Contenes * : barreras o paredes laterales de distintos materiales, ya sea madera, concreto u otra que encierra el sustrato impidiendo su desplazamiento y facilitando su manejo y conservación.
Presentan nuevo texto sobre agricultura orgánica
Presentan nuevo texto sobre agricultura orgánica
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El libro Testimonios: Agricultura Urbana en Ciudad de La Habana muestra los aportes de los organopónicos y la producción agropecuaria en un entornos urbano
Juventud Rebelde
digital@juventudrebelde.cu
28 de Marzo del 2009 1:07:51 CDT
Cuando el general de brigada Moisés Sio Wong, uno de los iniciadores del movimiento de la Agricultura Urbana en el país, le dijo a Eusebio Leal, historiador de la Ciudad de La Habana, que se construiría un organopónico en la céntrica Quinta Avenida, este último le sugirió que lo más provechoso para esa calle era sembrar flores, no lechugas.
Tiempo después, cuando el propósito era una hermosa realidad, el mismo Leal reconoció: «Cuando las lechugas parecen flores, es porque el proyecto es un éxito».
Esta fue una de las anécdotas contadas este viernes durante la presentación del libro Testimonios: Agricultura Urbana en Ciudad de La Habana, el cual narra de la mano de sus protagonistas el trabajo desarrollado durante más de diez años en la capital, el cual demuestra que es posible la producción agropecuaria en el entorno urbano.
José Puente, viceministro de la Agricultura, recordó que este tipo de producción fue organizándose como un fenómeno diferente, con un diseño propio, y que se fueron integrando diversos programas, como el de aportar mensualmente una cantidad de vegetales y hortalizas a las escuelas.
«Hoy el escenario se ha multiplicado —dijo—, y son muchos pedacitos en toda la ciudad».
El texto será distribuido en las bibliotecas de las sedes de la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales (ACTAF) y de la Asociación Cubana de Producción Animal (ACPA) en todo el país, así como en institutos de investigación del sector. Igualmente podrá consultarse en Internet.
El Programa Nacional de Agricultura Urbana comenzó a desarrollarse con amplitud a partir de 1994, y tuvo como antecedente una indicación del General de Ejército Raúl Castro Ruz de fomentar los organopónicos en Cuba.
Según comenta en la presentación del texto Adolfo Rodríguez Nodals, jefe del Grupo Nacional de esta actividad, la capital produce anualmente más de 100 000 toneladas de hortalizas y condimentos frescos gracias a un sistema que incluye 179 organopónicos, 418 huertos intensivos, además de los cultivos semiprotegidos. Ha generado 22 781 empleos directos.
