Por un lado, es innegable que las personas cuando cogen un coche suelen adoptar un comportamiento más agresivo e irrespetuoso que el que les es propio. Resumiento, que mucha gente se vuelve gilipollas al volante. Con especial incidencia en los que se dedican a ello profesionalmente (repartidores, furgonetas, taxistas, autobuseros...). Lo sabe cualquiera que sea peatón en una ciudad, o conduzca un vehículo más débil que ellos.
Sin embargo, y aunque resulte contradictorio, la imagen que se tiene sobre montar en bici por una gran ciudad (hablo únicamente de Madrid pues es lo que conozco) es bastante errónea y mucho más negativa que la realidad. Normalmente sabes si una persona usa la bici para desplazarse por Madrid en base a su opinión sobre moverse en bici por Madrid. Las opiniones de tipo terror, catastrofistas o alarmistas son de aquellos que no han cogido una bici desde que hicieron la primera comunión. (que no es algo negativo, nadie se me ofenda). A la hora de la verdad, la idea que tenemos sobre conducir en bici está basada en prejuicios que no se sostienen a los pocos días de usar la bici como medio habitual.
Dicho esto, tampoco es un camino de rosas por lo que comentábamos al principio. Pero ni mucho menos es una experiencia desagradable, al menos en Madrid, la mayoría de las veces. Solamente hay que saber circular correctamente, con seguridad, con atención, y respeto. Y tener paciencia para aguantar a cada gilipollas que abusa de su posición desde el interior de un coche o similar, pero sin achantarse ni echarse a un lado (solo lo empeorarás).
Vamos, que yo estoy varios días sin coger la bici por la ciudad, y me entra la depre. Y esto lo puede atestiguar quien me conoce de cerca.