Iniciado por
Sergio_84
Yo hasta hace no mucho, mi idea era la de tener hijos.
Lo veía como algo bonito, algo especial, un milagro. Y sentir a ese hijo como tu hijo, poderle educar y transmitirle tus valores. Verle crecer y desarrollarse y poder contribuir en todo ello para su plenitud y felicidad.
Vamos todo muy tierno :D
Pero bueno, hablando y hablando con mi pareja, descubrí otra forma de verlo, y poco a poco he ido sacando mis propias conclusiones.
Lo primero es que si quiero tener un hijo, lo veo como un capricho personal. Ese hijo no me está pidiendo que quiere nacer. No tengo instinto. Y los animales dudo que lo tengan. Ese "supuesto instinto" creo que más bien es algo aprendido desde que somos unos niños (cochecitos de bebé, cuidar de ellos, jugar a los papás y a las mamás...). Y que vemos como lo que hay que hacer llegado a una determinada edad antes de que se nos pase el arroz.
Los animales tienen el instinto por aparearse, como nosotros. Pero ellos no utilizan métodos anticonceptivos y por tanto, tienen crías. Nosotros tenemos la suerte de poder decidir si es lo más adecuado o no.
Ese instinto de ser madre o padre creo que es como esas ganas de tener algo que nos hace muchísima ilusión y que podemos permintirnos en ese momento de nuestra vida. Pueda ser un coche, un viaje, o tener un bebé. Si, un capricho.
Y ese capricho, cuando nace nos consume. Consume nuestros recursos, nuestro tiempo, nuestra dedicación a otras tareas o personas. Todo se centra en esa pequeña cosita tan maravillosa, que tiene nuestra nariz y nuestros ojos.
Además, nuestro hijo se convertirá en una súper máquina consumidora. No por él, si no por los que están a su alrededor. Solo hay que ver la habitación del hospital de un recién nacido para darse cuenta de esto... todo lleno de regalos.
Después podemos hacer una visita a su futura habitación, toda amueblada, recién pintada, decorada y con todos los accesorios. Y por supuesto, montones de ropa que usará un mes, zapatos, etc.
Ah, no nos olvidemos de los cientos de pañales, el cochecito con amortiguadores, impermeable, térmico y con diseño de Carolina Herrera.
Y por supuesto, la nueva ranchera o todoterreno para poder meter todos los trastos.
En fin, para algunos algo exagerado, para otros la pura realidad. Lo que está claro que traemos al mundo a una máquina de consumo, que no es tal, pero que nosotros y que más tarde la publicidad y las modas, convertimos.
¿Y de verdad es necesario para nuestra supervivencia traer más niños al mundo?. Sinceramente, no. Y más cuando en 50 años hemos triplicado la población.
Si, siete mil millones de personas me parecen suficientes, es más, me parecen demasiadas. Podríamos hablar más bien de una terrible plaga que consume, destruye y contamina.
No quiero contribuir a todo eso.
Puedo influir en mi pequeña parcela de sociedad de una forma positiva, sin necesidad de tener un hijo que supuestamente tenga mis valores y que a su vez sus hijos también los tengan (mucho suponer...).
No veo necesario tener hijos en mi circunstancia personal ubicada en la etapa humana presente. No.