¿Te preocupa el medio ambiente? ¡Hazte vegetariano!
Escrito por Fabiola Leyton
27-02-2008 a las 15:40:03
No sólo de contaminación de motores se nutre el cambio climático... la ganadería y la producción de carne y leche es una de las industrias más contaminantes (la segunda después del transporte), pero todavía ningún gobierno ni entidad responsable se plantean promocionar un estilo de vida más sano y más solidario con los animales, con el medio ambiente y con la salud humana.
Una vez más parece que el proverbio "Poderoso caballero es don Dinero" se hace realidad. Esta vez, en la tensión existente entre entidades animalistas y los gobiernos y administraciones que debieran estar haciendo algo para frenar las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera, y poder cumplir así, con un compromiso autoimpuesto por ellos en el protocolo de Kyoto y otros acuerdos internacionales.
Mientras la Unión Europea ensaya fórmulas para mixturar los combustibles (fósiles y limpios), habilitar la producción energética limpia, o recortar las emisiones de combustibles fósiles "castigando" a los contaminadores, se olvidan de una gran verdad, reconocida por un informe de la FAO, y que se relaciona con la alta contaminación que emite la industria cárnica y lechera. Los niveles de gases metano y la contaminación de las aguas subterráneas por esta industria es un lastre del que nadie habla, porque los intereses de seguir explotando a los animales y de seguir "vendiendo la idea" de que la leche y la carne son imprescindibles y saludables, tiene a muchos llenandose los bolsillos de dinero a cambio del maltrato y sufrimiento de miles de millones de animales, y el infarto y enfermedades coronarias de una sociedad occidental enferma de grasas saturadas y colesterol.
Sin ir más lejos, cada día la propaganda televisiva está llena de avisos de yoghures, quesos light, leches fortificadas y cuanta tontería más, que ni siquiera es necesaria cuando estás bien informado de qué cosas puedes -y cuáles no- meterle a tu cuerpo para que funcione perfectamente.
Estamos metidos en una maquinaria que te obliga a consumir lo que ellos quieren que consumas (en este caso, leche y carne), que te amedrenta en caso de que no las consumas (te vas a poner enfermo) y que luego, cuando sucede que te enfermas, te cobra millonadas por los tratamientos médicos, bypasses, medicamentos de grandes farmacéuticas, etc.
¡Es tan fácil contribuir a la disminución de las emisiones contaminantes! Deja de comer carne: un día por semana, luego dos, tres, hasta siete... sentirás cómo cambia tu cuerpo, cómo te sientes más liviano, cómo dejas de contribuir a una negra industria que esclaviza hombres y animales, y verás que nada malo te pasa si aprendes a alimentarte bien.
¡Por tu salud, los animales y el planeta!
Fuente: http://elmercuriodigital.es/content/view/7696/40/
La dieta, elemento clave en la lucha contra el cambio climático
Pues sí, por fín ayer Ecologistas en Acción ha publicado una recomendación al respecto del consumo de carne y su impacto medioambiental
http://www.ecologistasenaccion.org/s...p?article16129
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Dietas poco carnívoras o vegetarianas, elemento clave en la lucha contra el cambio climático
Clima 15 de diciembre
Tras la publicación de recientes informes se ha constatado que la contribución de la ganadería industrial al cambio climático es mayor de lo que se había evaluado hasta ahora. Es hora de poner freno a la industrialización de la naturaleza e incentivar los modelos de producción y consumo agroecológicos. Dietas con un bajo consumo de carne podrían contribuir decididamente a alcanzar este objetivo.
En el año 2006 la FAO publicaba "La larga sombra del ganado: cuestiones medioambientales y opciones, estableciendo la conexión entre la crianza industrial de animales y el cambio climático". Los datos, plasmados en "La ganadería amenaza el medio ambiente", indicaban que el sector ganadero generaba un 18% de los gases de efecto invernadero, en su equivalencia en CO2. Además es una de las principales causas de la degradación del agua y el suelo, malgastando una inmensa superficie de suelos fértiles.
Por otro lado, la ganadería industrial es responsable de la destrucción de bosques y selvas tropicales para la producción latifundista de alimentos destinados al ganado del mundo sobredesarrollado. Un ejemplo es la Amazonia, que ha perdido una quinta parte de su superficie para plantar soja, en su mayoría transgénica. La mayoría de esa soja se destina a alimentar a las aves de corral y ganado de Europa y Asia. De esta forma, inmensas extensiones son cultivadas, destruyendo los ecosistemas, desplazando las comunidades locales, acabando con una irrecuperable biodiversidad y agravando los efectos del cambio climático.
Sin embargo, las estimaciones de la FAO parecen haberse quedado lejos de la realidad. El Dr. Rajendra K. Pachauri, presidente del Grupo de Expertos de Naciones Unidadas sobre el Cambio Climático (IPCC), considera que “la cifra del 18% es una estimación que se queda corta y que la realidad es muy superior”. Esta afirmación se ve apoyada por los estudios realizados por R. Goodland y J. Anhang, coautores de “La ganadería y el cambio climático”, informe publicado recientemente por the World Watch Institute, donde se demuestra que la agroindustria, incluida la ganadería, y sus subproductos incluyendo el transporte son, en realidad, responsables de al menos del 51% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
En la misma línea, uno de los principales referentes sobre medio ambiente en Gran Bretaña, Nicholas Stern, ha afirmado que la población mundial debería dejar de comer carne y volverse vegetariana si quiere luchar contra el cambio climático. Para Lord Stern, “la carne supone un despilfarro de agua y crea una gran cantidad de gases de efecto invernadero. Es una enorme presión sobre los recursos del mundo, por lo que una dieta vegetariana es mejor”. Stern señala que debemos tomar conciencia de que nuestros hábitos de vida influyen en el cambio climático y que lo que comemos también importa, ya que comer carne aumenta los gases de efecto invernadero de un modo inasumible para el medioambiente.
Sintetizando, las principales contribuciones al calentamiento global por parte de la ganadería provienen, directa e indirectamente, de la deforestación de selvas tropicales para cultivar el alimento para el ganado, de las grandes emisiones de gas metano procedentes de las granjas, y del gasto energético desde el sacrificio del animal, procesamiento y refrigeración, hasta el transporte de la carne alrededor del mundo.
Por todo ello se hace patente que la opción vegetariana o débilmente carnívora se convierte en una poderosa arma en la lucha contra en cambio climático.