Para que terminéis de pensar que se me va la olla, os cuento algo que me pasó el miércoles.
Ya venía diciendo que últimamente estoy muy sensible con cualquier tema que implique violencia y se me saltan hasta las lagrimillas. Bueno, pues estando en el cine el otro día, me di cuenta de que “el chip” se me ha activado del todo y está descontrolado. Vamos, que viendo una película de terror, en una escena donde había algo de sangre y violencia, me quedé petrificada en el asiento con unas ganas terribles de llorar. Tuve que apartar la vista y contenerme para no montar el numerito! Lo pasé fatal hasta que acabó la película, de verdad.
Sé que los veg*anos solemos ser más sensibles ante escenas de maltrato animal. Pero a alguno os ha pasado tb como en mi caso?