Dibujos que envenenan con fama, drogas, vanidad y excesos a los personajes de Disney
■El mexicano José Rodolfo Loaiza Ontiveros juega en 'Disasterland' con el futuro de los clásicos héroes de dibujos animados si fueran 'celebrities' reales.
■Blancanieves es alcohólica, la Cenicienta lleva un traje de carne al baile, Jafar y Garfio son gays, la Bella Durmiente se enfrenta a Freddy Krueger...
■Quiere presentar "la tragedia de los personajes de cuentos de hadas si estos vivieran en un mundo real, que por cierto existe y es el nuestro".
"¿Que sucedería con nuestros clásicos personajes si estos fueran de carne y hueso y se enfrentaran al frenético y excesivo mundo de la fama?, ¿cuantos de ellos se mostrarían susceptibles a los excesos de las drogas, el alcohol, el acoso o la misma vanidad?". El par de preguntas que se hace el artista mexicano José Rodolfo Loaiza Ontiveros (Mazatlán-Sinaloa, 1982) las responde él mismo en su nueva exposición, Disasterland (algo así como Desastrelandia), donde se dedica a presentar a los héroes de dibujos animados del imperio de Walt Disney como si fueran celebrities del mundo real.
¿Resultado? Blancanieves alcohólica de soledad en lo más profundo del bosque, su pérfida madrastra esnifando una raya de cocaína tras otra, la Cenicienta preparándose para el baile con un traje de carne cruda como el de Lady Gaga, Jafar y el Capitán Garfio disfrutando de un amor homosexual, Jasmín y la Bella en las mismas, los amiguitos de Bambi haciendo un trío...
En La Luz de Jesús
La exposición Disasterland, que se inagura el jueves 3 de agosto en la galería La Luz de Jesús(Los Ángeles-EE UU), presenta "la tragedia de los personajes de cuentos de hadas si estos vivieran en un mundo real, que por cierto existe y es el nuestro", según el manifiesto de la exposición, que permanecerá en cartel hasta el 2 de septiembre.
Para entender el proyecto, advierte el statement, "habrá sido necesario haber mordido la manzana envenenada que la industria del entretenimiento nos ha dado a probar a las ultimas generaciones, haber sido victimas del cine rudo de Tarantino o Robert Rodríguez, haber recibido cientos de imágenes morbosas de las celebridades en nuestro correo electrónico, y haber pasado miles de horas devorando imágenes frente al televisor (o YouTube)".
Desde 20minutos.es entrevistamos al dibujante, uno de los nuevos valores del lowbrow.
- ¿Qué es Disasterland? ¿Por qué "la tierra del desastre", Desastrelandia?
- El desastre visto como una industria; consumimos desastre todos los días, lo encontramos cuando encendemos la televisión, en los titulares de los periódicos, en nuestras películas favoritas... El ser humano tiende a sentirse atraído por la desgracia y este fenómeno me parece interesante. Decidí hacer una serie con ese acido humor negro que caracteriza mi trabajo, usando como protagonistas a celebres y clásicos personajes de la cultura popular, de la animación, del mundo de Hollywood en general. Los personajes de cuento de hadas marcan la pauta y los mezclo en algunas piezas con personajes del cine de horror.
¿A quién tienes en la mira de tu objetivo cuando dibujas? ¿A qué país, cultura, grupo social...?
Tengo en la mira la creatividad, trato de encontrar las mejores ideas que me ayuden a comunicarme con el espectador, sobre los temas más controvertidos y contemporáneos. Realmente no tengo en la mira a un país, cultura o grupo social especificos, trabajo para que mi lenguaje visual sea universal, reconozco la influencia de países como los Estados Unidos, por la obvia cercanía con mi país, México, pero esta influencia es positiva, no busco ponerle limites geográficos a mi expresión artística.
¿Por qué la fijación con Disney?
Siempre he dicho que Disney fue mi primera escuela visual. Conocí primero a Blancanieves que a la Gioconda de Leonardo da Vinci. Tal vez sea una especie de placentera filia la que he desarrollado con el paso de los años, pero realmente respeto y admiro el trabajo de los animadores y creativos que le han dado valor a esta firma alrededor del mundo. Tal vez con esto decepcione a muchos pero paradójicamente yo no odio a Disney.
Pero parece que intentas ensuciar a los personajes de Disney, ¿son demasiado limpios?
Disney ha usado a personajes populares de historias universales de antaño, historias de los hermanos Grimm, Carlo Collodi, Felix Salten... para contar historias con valores y moralejas. Yo he tomado estos personajes como vehículo, no para criticar o juzgar a los personajes recreados por Disney, si no para hacer un retrato de nuestra sociedad contemporánea, es decir, un retrato de nosotros mismos. Los personajes de los cuentos de hadas son el mejor motivo que he encontrado para preguntarnos cuáles eran nuestros sueños en el pasado y qué es lo que hemos hecho con ellos ahora... Tal vez exponer un poco de verdad pueda resultar algo sucio para muchos.
¿Qué daño ha hecho Disney al mundo?
No creo que Disney le haya hecho algo malo al mundo. Creo que Disney es sólo una opción más en el amplio menú de opciones que el show businessnos ha dado elegir para amar u odiar.
Te nutres de temas de la cultura pop estadounidense, ¿hay alguna intención de subvertirla?
No. Mi intención es reinterpretarla, proponer un nuevo lenguaje visual. La cultura pop es infinitamente atractiva para mí y veo en ella una gran área de oportunidad para desahogar mi energía creativa.
¿Qué opinas del arte contemporáneo, de artistas como Jeff Koons, que venden productos de consumo como si fueran arte académico?
Jeff Koons es un gran maestro. A pesar de su metodología y filosofía artística, me parece un visionario infinitamente astuto que ha dejado ya una marca indeleble en el arte contemporáneo. Irrumpió en los ochenta y su trabajo y obra kitsch ya es un referente para los artistas de la nueva generación. Koons y sus ready mades, al igual que Duchamp ya son grandes clásicos del arte, al igual que la escultura griega o romana. La paradoja es que en el mundo de hoy cualquier cosa por más académica que sea, se puede convertir en producto de consumo, una Venus de Milo puede estar en el llavero de cualquier persona, por ejemplo.
¿Te sientes cómodo dentro de la etiqueta lowbrow?
Me siento identificado con la mayoría de los artistas que comparten este movimiento. El lowbrow es irreverente y fresco. No me molesta que me etiqueten dentro de este estilo.
¿Qué artistas te gustan?, ¿quiénes han influido en tu estilo?
Han sido muchos, pero puedo mencionar algunos, Andy Warhol, Robert Rauschenberg, Mark Ryden y Banksy.
