La he visto hoy. Ya sabemos que el cine es cine, pero no he podido evitar acordarme de quienes defienden que los niños son siempre inocentes (que lo son).
Esta impactante película viene a demostrar lo terrible de la pena de muerte. Aunque sólo hubieran asesinado en la silla eléctrica a un inocente y a un millón de culpables.
Quien quiera sentir el cine en sus carnes debería verla.