Anoché dormí fatal por el calor y me desperté muchas veces. Tuve varios sueños desagradables, pero el que más recuerdo es uno en el que estaba en una especie de fiesta en un pueblo en el que había como un encierro de toros, pero en vez de toros eran cerdos los que corrían.
Había un cerdito chiquitín que le habían hehco una herida en la pata y yo me metía entre la gente para cojerlo y me lo llevaba corriendo para salvarlo. Y la gente me perseguía y yo corría como una loca con el cerdito en brazos.
No sé por qué soñé eso, pero ójala pudiera salvar a muchos cerditos.