Cita:
Es un conocimiento de la naturaleza del caballo que nos permite comunicarnos con él y tratarle sin malentendidos. Desde el principio de nuestra relación buscamos una armonía con el caballo, que coopera con nosotros confiado, con ganas y con movimientos libres de tensión.
También es la meta final para otras formas de doma, pero éstas emplean técnicas que a menudo son, inconscientemente, contraproducentes desde el punto de vista del caballo, de forma que necesitan mucha experiencia, paciencia y tacto para conseguir buenos resultados.
En la doma natural empleamos una ruta directa a la voluntad del caballo para que éste coopere con nosotros. Es tan rápida que montamos un potro normal en sólo una hora, con toda su confianza, y en pocos días salimos con él al campo con una cabezada de cuadra. Los resultados con potros o caballos resabiados son tan espectaculares que a menudo se nos acusa de engañar a la gente o bien de usar drogas, nada más lejos de la realidad.
Es simplemente que presentamos nuestra enseñanza de una forma que el caballo comprende con su propia lógica, sin pretender forzarle a entender la nuestra.
Cita:
Doma Natural
La doma natural se basa en la observación científica de la forma en la que los caballos interactúan espontáneamente dentro de la manada.
Su comportamiento, su lenguaje corporal, es la clave para entender su manera de hacer las cosas, la organización social por la que se rigen y la forma en que se comunican entre ellos.
Si conocemos cómo es la percepción del entorno en un caballo, cómo funcionan sus sentidos y sus construcciones mentales, los podemos preparar para mantener una relación armónica con el jinete, facilitando la monta.
Necesitamos comprender cómo piensa y actúa un caballo en su hábitat. Esto nos permitirá comunicarnos con él con claridad.
Yuna basa su trabajo en la monta a pelo y la comunicación equina. Después de muchos años de hacerse cargo de caballos considerados de difícil monta y manejo, se dio cuenta que montar sin bocado y sin silla facilitaba la comunicación y el caballo prestaba más atención al jinete.
Los resultados fueron sorprendentes!
Yuna continúo montando sin silla, sin bocado y por supuesto, sin espuelas o fusta.
Descubrió que de este modo se establece una comunicación más profunda y una relación más ecuánime con los equinos. En su opinión, montar sin estos métodos de sumisión (bocados, espuelas, fustas, etc.) nos acerca al caballo en una relación más de igual a igual, que nos permite hablar y a la vez escuchar a nuestro amigo equino.