Lleva quince años allí, se siente mal todos los días, y está planteándose irse. Pero es duro y difícil salir de una rutina así, de un trabajo bien pagado, con beneficios de toda índole y que además es flexible para hacer el doctorado, ser profe (está ubicado en la universidad) y más cosas. Es venderse al enemigo a cambio de calderilla.