Ese frio que nos gusta tanto (o como los gatos ven la navidad)
Este relato lo escribí para un concurso de Madrid Felina y le tengo mucho cariño porque está basado en mi gata Fina, que después de vivir 4 años en la calle y 1 encerrada en una jaula, la adoptamos y flipó cuando sacamos el árbol de navidad, árbol que por otra parte solemos poner en noviembre y dura hasta marzo, porque es para los gatos y da penita quitarlo :D
ESE FRÍO QUE NOS GUSTA TANTO
- Ven Diana, que te cuento una historia.
- Griaaaaa, calla Nerva, que dospatas-chica ha traído una caja alargada, creo que cabremos las dos para dar muchos sustos a Gaby.
- No no, ven, que la historia es sobre lo que hay en esa caja.
- Ñiaaaaaañañañañaii, venga, cuenta, pero como tiren la caja antes de poder destrozarla te doy una colleja. Y arrímate, que estoy congelada brrrr
- Verás, esta misma historia me la contó Gabriel el año pasado. Por aquel entonces era el primer Frío que pasaba en compañía de los dospatas, lejos de mi madre y mis hermanitos, y hubo tantos cambios en tan poco tiempo que me sentía perdidísima.
- ¿Qué pasó?
Me contó Gaby que cuando los dospatas le trajeron a casa él sólo era una bolita redonda con dos orejotas y un rabo meneador. Pronto se hizo el rey de la casa, pudiendo elegir cama para dormir, comiendo de su plato, del de los dospatas y de donde quisiera (nosotras no hemos conocido eso, ya que los dospatas se volvieron más egoístas y ahora meten la comida en armarios), se encontró con un montón de zapatillas para babear, cuadernos para romper… Vamos, que para estar solo rodeado de dospatas no tuvo una mala infancia…
- ¡Mira Nerva!, que están sacando una cosa verde de la caja.
- Calla, no me interrumpas.
Entonces llegó un frío tan terrible que un nene pequeño como Gaby no había podido imaginar nunca. Se notó más gordo y cómo el pelo le había crecido un poco… pero eso no mitigaba los temblores… El pobre dormía ya no a los pies, sino dentro de las camas de los dospatas… claro, el infeliz no nos tenía a nosotras para acurrucarse…
- Miaaaaaaaoooo, ¡¡mira cuántas pelotas brillantes!!
- Tú atiéndeme, pesada.
Cada día que pasaba, Gaby se apegaba más a los dospatas… y ellos a su vez no escatimaban en mimos… tú llevas poco en esta casa, Diana, pero pronto aprenderás que se consiguen más cosas restregándote contra los pies que planeando atracos… El caso es que de tan solito que veían a Gaby, y de tanto frío que pasaba, los dospatas decidieron hacerle un regalo.
- ¿Cuál cuál? Yo quiero regalitos.
Pues mira, un día apareció la dospatas-grande con una caja alargada… dice Gaby que no es la misma que hay ahora, porque esa ya se rompió hace tiempo… pero dentro había lo mismo…
- ¿¿El qué??
¡Serás impaciente! Gaby en un principio pensó que era un sitio para levantar la pata… como en la calle hacía frío y él nunca ha usado la arena de evacuación, pues vio agradecido cómo los dospatas le traían la “calle” a casa para que sus huellitas no se agrietaran con el aire.
- ¿¿Pero qué era??
Tssss, que te lo estoy contando. Por un momento Gaby se ilusionó al creer ver un árbol ya que era alto y tenía ramas… pero no olía a árbol… En cambio le colgaron pelotas brillantes como las que has visto y una especie de serpientes peludas que tampoco eran serpientes ni tenían pelo…
- Ñiaaaaaañiaiañaaaaaa griaaaaaaaaaa. ¿¿Eso es posible?? ¿Un árbol que no huele a árbol con pelotas brillantes y serpientes peludas que no son serpientes ni tienen pelo? Groaaaaaaaaaaaaaaaaaaaoooo.
- Jijiji… ay Diana Dianita, Diosa de la Luna, la Caza y la Virginidad…
- Ñiaaa, eso último impuesto, ¿eh?
- … deja de graznar y mira detrás de ti.
- Uoooooooooooooooooo. ¡¡Eso es!! Mira cuántas pelotas. ¡¡Y las serpientes!! Ven, corre, vamos a subirnos y a ver quién tira más. Ñam ñam, que me entra hambre de sólo ver esas culebrinas.
- Jejeje, vamos, pero no comas nada que luego te duele la tripita.
- ¡¡Mira qué alta estoy!! Pelooota vaaaaaaaaa… ¡Soy la gata Chita! Ñiaaa ñia ñia ñiaaaaaaaa. Yo Diana, tú Nerva.
- Tú mono saltarín, yo mata serpientes peludas muaahahaha muaahahaha
- Arf arf ¿Sabes Nerva? Arf arf, éste es el mejor regalo para el Frío que podían haber hecho a Gaby… y a nosotras… de tanto subir, bajar, y perseguir las pelotas que caen estoy que me chorrea la lengua arf arf.
- Pues espérate guapa a la noche especial…
- ¿Noche especial?
Sí, es una noche que vienen muchos humanos a cenar cosas ricas que luego cuando se acuestan podemos relamer…lo único que tenemos que hacer es escondernos bien para que no nos roben… y a la mañana siguiente verás que hay montón de cajas debajo del árbol que no es árbol y los dospatas-chicos irán abriéndolas y nos las ofrecerán para que nos metamos… sí sí, un montón de cajas para nosotras solas… y ya verás a Gaby pelearse con los papeles arrugados que le dan a él.
- Jopé Nerva, ¡¡pero mira la que hemos armado!! No queda ni una pelota en en pie ni ninguna serpiente con pelo. Ya nunca volveré a quejarme del frío. Estoy deseando probar esas fortalezas de cartón… verás qué emboscadas le voy a preparar a Gaby… Miaaaaao.
¡Me encanta el Frío!
Fin
Aquí hay un video de cómo se lo pasó fina con su primer árbol de navidad
http://es.youtube.com/watch?v=Ul4PbycnKcw
(Fina es la blanca y gris, Wifi el gris atigrado, Lisa la tricolor con mancha negra en la cara e Isi tricolor con cara más blanquita, falta Milner que es una sosa)
Y el premio que me dieron por el relato... que haber quedado 3ª es lo de menos porque lo importante es disfrutar, pero ¡¡menos mal que me tocó!! :D
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