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Ver la versión completa : El valor de las cosas



apersefone
14-jun-2008, 16:40
Sabemos valorar la belleza?

Aquella podría ser una mañana más como otra cualquiera:
Un sujeto entra en una estación de Metro de Washington, va vestido con un pantalón vaquero, una camiseta barata y se sitúa cerca de la entrada...
Extrae un violín de la caja y comienza a tocar con entusiasmo para toda la gente que pasa por allí, es la hora punta de la mañana. Durante los 45 minutos que estuvo tocando el violín, fue prácticamente ignorado por todos los pasajeros del Metro. Nadie sabía que ese músico era precisamente Joshua Bell, uno de los mejores violinistas del mundo, ejecutando sin parar las piezas musicales más consagradas de la historia, con un instrumento muy especial, un violín Stradivarius, estimado en un valor de más de 3 millones de dólares. Unos días antes, Bell había tocado en La Sinfónica de Boston, donde los mejores lugares para el concierto costaban la bagatela de 1000 dólares la entrada. Esta experiencia que ha sido grabada en vídeo, muestra a hombres y mujeres que caminan muy rápido, cada uno haciendo una cosa, pero todos indiferentes al sonido del violín... La iniciativa fue realizada por el Diario The Washington Post, con la finalidad de lanzar un debate sobre el valor del arte, y de su contexto.

http://www.elpais.com/articulo/ultima/Impasibles/Stradivarius/elpepuint/20070410elpepiult_1/Tes

Video: http://www.youtube.com/watch?v=hnOPu0_YWhw

felkia
14-jun-2008, 16:55
parece q si no pagas por algo no tienes xq prestar atencion...aveces las cosas mas insignificantes son las q mas la merecen...un claro ejemplo son los museos gratuitos...que siempre estan vacios...en fin...cada uno con su tema

bruma
15-jun-2008, 16:51
No, hoy en día no valoramos la belleza y no la apreciamos anque la tengamos en los morros:(

aaaxxx
15-jun-2008, 17:49
yo creo que no es cuestión de pagar o no, si no simplemente de que la gente tiene muchos prejucios. supongo que se preguntan a sí mismos: qué tipo de persona soy? cómo me ven los demás? qué se supone que debe hacer una persona como yo?
y eso pasa con gente rica, como en el ejemplo del washington post, como con gente de a pie como nosotros, que se ponen la etiqueta y sólo hacen aquello que se supone que deben hacer, según la tiqueta que se pusieron. en vez de hacer lo que su corazón les pide y lo que realmente les gusta. y por desgracia no sólo con el arte, si no con cosas muchísimo más importantes.

bruma
15-jun-2008, 18:16
yo creo que no es cuestión de pagar o no, si no simplemente de que la gente tiene muchos prejucios. supongo que se preguntan a sí mismos: qué tipo de persona soy? cómo me ven los demás? qué se supone que debe hacer una persona como yo?
y eso pasa con gente rica, como en el ejemplo del washington post, como con gente de a pie como nosotros, que se ponen la etiqueta y sólo hacen aquello que se supone que deben hacer, según la tiqueta que se pusieron. en vez de hacer lo que su corazón les pide y lo que realmente les gusta. y por desgracia no sólo con el arte, si no con cosas muchísimo más importantes.
Tristemente es cierto. Además yo creo que con el rimo de vida que llevamos nos fijamos, la belleza está en tantas cosas que nos rodean y, sin embargo, pasamos de largo...:(

Snickers
16-jun-2008, 03:34
a mi me gustan los músicos del metro, pero uno no va con planes de pararse un rato a escuchar y valorarles.

Y aún ello te quedas escuchando

perman
16-jun-2008, 10:46
esto prueba que para disfrutar de las cosas más valiosas de este mundo no hace falta dinero, a partir de hoy me pararé más aún si cabe ante cosas bellas, si es que no lo hago ya bastante...:D

Nymeria
16-jun-2008, 10:53
si es que somos mas brutos....se nos ha enseñado que lo único que vale es el dinero.
Conozco otro experimento destinado a probar lo mismo. Se sacó al mercado un producto, no se cual, una crema o algo asi, muy barata, y tuvo muy poco éxito. Entonces se cambió la etiqueta, se sacó muchísimo mas cara, y la gente la compraba, creyendo que era buenísima.

así de facil es engañarnos....

vegetus
16-jun-2008, 15:51
Bueno, yo creo que el tema es en parte que la gente esta apurada por llegar a tal o cual lugar a realizar "x cosa" muchos deben llegar al trabajo y cumplir con obligaciones a una hora determinada y no pueden quedarse media hora escuchando un stradivarius, aunque no por ello creo que no lo valoren, el hecho que no se acerquen y le agradezcan no significa que a muchos no les mueva nada al escucharlo, distinto es que esten en tiempo libre y pensando en que van a ir a ver una obra, no tienen otra cosa en que pensar mas que en la obra, se encuentran mas receptivos... a mi me gustaría ver si esa misma persona se pone a tocar en una plaza un sabado o domingo a la tarde seguro que muchos se quedarían a escucharlo, en ese sentido me parece medio tramposa la imagen que se quiere dar ya que se esta mostrando una situación en contextos distintos.
Igualmente les cuento que este tema me hizo acordar a un cuento muy bueno que se llama el verdadero valor del anillo, que abajo comparto con Uds, espero les guste.
Un Beso y Abrazo a Todos.

Érase una vez un joven que acudió a un sabio en busca de ayuda.

-Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo ganas de hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?

El maestro, sin mirarlo, le dijo: «Cuánto lo siento, muchacho. No puedo ayudarte, ya que debo resolver primero mi propio problema. Quizá después...». Y, haciendo una pausa, agregó: «Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar».

-E... encantado, maestro -titubeó el joven, sintiendo que de nuevo era desvalorizado y sus necesidades postergados.
-Bien -continuó el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo meñique de la mano izquierda y, dándoselo al muchacho, añadió-: Toma el caballo que está ahí fuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, y no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.

El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó al mercado, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes, que lo miraban con algo de interés hasta que el joven decía lo que pedía por él.

Cuando el muchacho mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le giraban la cara y tan sólo un anciano fue lo bastante amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era demasiado valiosa como para entregarla a cambio de un anillo. Con afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un recipiente de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechazó la oferta.

Después de ofrecer la joya a todas las personas que se cruzaron con él en el mercado, que fueron más de cien, y abatido por su fracaso, montó en su caballo y regresó.

Cuánto hubiera deseado el joven tener una moneda de oro para entregársela al maestro y liberarlo de su preocupación, para poder recibir al fin su consejo y ayuda.

Entró en la habitación.

-Maestro -dijo-, lo siento. No es posible conseguir lo que me pides. Quizás hubiera podido conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.
-Eso que has dicho es muy importante, joven amigo -contestó sonriente el maestro-. Debemos conocer primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar tu caballo y ve a ver al joyero. ¿Quién mejor que él puede saberlo? Dile que desearías vender el anillo y pregúntale cuánto te da por él. Pero no importa lo que te ofrezca: no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.

El joven volvió a cabalgar.

El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo al chico:

-Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya mismo, no puedo darle más de cincuenta y ocho monedas de oro por su anillo.
-¿Cincuenta y ocho monedas? -exclamó el joven.
-Sí -replicó el joyero-. Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de setenta monedas, pero si la venta es urgente...

El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.

-Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como ese anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte un verdadero experto. ¿Por qué vas por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?

Y, diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo meñique de su mano izquierda.

jule
23-jun-2008, 23:58
ala k relato mas bonitoooooooooooooooo!!!:p

rayo
24-jun-2008, 10:31
Que preciosidad, digna de recordar para siempre.

rayo
24-jun-2008, 10:53
Realmente bello, digno de guardar en la memoria.

GATO
24-jun-2008, 13:33
Que fuerte!! Como ha dicho rayo,digno de guardar en la memoria...

Sarith
24-jun-2008, 15:02
Muy buen relato...a mí me ha ayudado a entender muchas cosas que pasan a mi alrededor...

urpa
25-jun-2008, 12:40
Opino que la mayoría de nosotrxs vivimos demasiado deprisa y superficialmente. No prestamos atención en lo que de verdad importa, perdemos el tiempo en nimiedades. A veces choco con la gente que va ajetreada por la calle mientras yo estoy mirando embobada la belleza de un arbol que está sacando sus brotes, el color cambiante del cielo, algún pájaro,etc. Cómo se puede vivir sin ver esta belleza?

aaaxxx
25-jun-2008, 14:50
pues alienado