Dalila
29-feb-2008, 15:14
Mucha gente me pregunta por qué soy vegetariana.
Creen que se trata de perder peso o de seguir una moda o de probar una nueva alimentación. Se puede perder peso comiendo proteínas animales, si se regula la alimentación y se hace bastante ejercicio, así que ésa no es la respuesta. En cuanto a las modas, las hay de todos los tipos, seas carnívoro, omnívoro o vegetariano. Y para probar nuevos platos puedes visitar mil y un restaurantes distintos.
En mi caso, y supongo que en el de la mayoría de los vegetarianos, el serlo no es una cuestión física o gastronómica, sino ética. Simplemente, ética. Se trata de respetar a los animales, de no cazarlos o comérselos, ni de usar sus pieles como vestimenta. ¿Por qué?
En primer lugar, porque no es necesario hacerlo. El hombre puede vivir sin hacerlo. Hay quien dice que eso es imposible, que se necesitan fuentes de proteínas animales. Y eso es falso. Como muestra, un botón: la alimentación típica de los legionarios de la Antigua Roma era a base de tortas de harina o trigo, frutos secos, agua y frutas. Y eso durante largas campañas en que era casi imposible conseguir carne. Nadie dirá que no ejecutaban terribles esfuerzos físicos. La carne y el pescado han sido casi imposibles de conseguir para las clases bajas de los pueblos mediterráneos de la Antigüedad y casi se alimentaban sobre todo de vegetales.
Así pues, ya que no es necesario alimentarse de proteínas animales para sobrevivir, no hay excusa para los carnívoros: si se alimentan de animales es porque lo desean, no porque lo necesiten. Los vegetarianos comprendemos esto y elegimos nuestra opción por una razón puramente ética. El matar animales es un hecho caprichoso y subjetivo, no objetivo. ¿Por qué, pues, la mayoría prefiere matarlos y comérselos sin dudarlo?
Los carnívoros creen que el hombre está por encima de los animales, que precisamente por ser los hombres más fuertes, inteligentes y hábiles, están legitimados a hacer lo que quieran con los cerdos, vacas u ovejas. Al fin y al cabo, si la naturaleza nos ha hecho más aptos, ¿por qué no aprovecharse de ello? El alimentarse de animales es la prueba lógica de nuestra superioridad sobre ellos.
Sin embargo, la mayor prueba de nuestra superioridad sobre ellos es precisamente dejarles vivir cuando podemos matarlos. Matar es una prueba de superioridad, pero dejar vivir es aún mayor prueba de superioridad. ¿Y por qué? Porque al matar, acabas con una vida. Pero al no matar, de algún modo has dado vida, y eso es superior, pues la muerte acaba con todo, pero la vida prosigue, y tú has contribuido a que siga y se desarrolle. De algún modo, eres “dueño” de ella, aunque no en un sentido dominante. Sino más bien, partícipe de esa vida que has elegido dejar que siga corriendo.
Comprendo que se pueda matar en defensa propia, pero matar cuando no es necesario es algo que, en mayor o menor medida, brutaliza la mente. Hace involucionar al ser humano hacia un estado más primitivo. Al elegir no matar animales (o no contribuir a que se maten) se consigue una sensación espiritual más elevada, un placer o ligereza espiritual, si se quiere decir. Probablemente los carnívoros se reirán de esto, pero no porque se rían más, es mentira. Dirán que es una tontería. Pero yo me pregunto: ¿es una tontería sentirse un poco más feliz? El hartarse de comer carne puede satisfacer un apetito físico inmediato, pero ¿hace intelectualmente más feliz? No. Sin embargo, por raro que parezca, el saberse vegetariano hace intelectual y espiritualmente más feliz. Proporciona un poco más de serenidad y un poco más de felicidad espiritual. Y eso es lo que todos en el fondo buscamos. La felicidad.
No digo que hacerse vegetariano te quite los problemas ni te haga mejor persona. No quiero convencer a nadie. Simplemente, hace la vida más serena y feliz, un poco más serena y feliz, al menos en mi caso, y ésa es la respuesta fundamental.
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Creen que se trata de perder peso o de seguir una moda o de probar una nueva alimentación. Se puede perder peso comiendo proteínas animales, si se regula la alimentación y se hace bastante ejercicio, así que ésa no es la respuesta. En cuanto a las modas, las hay de todos los tipos, seas carnívoro, omnívoro o vegetariano. Y para probar nuevos platos puedes visitar mil y un restaurantes distintos.
En mi caso, y supongo que en el de la mayoría de los vegetarianos, el serlo no es una cuestión física o gastronómica, sino ética. Simplemente, ética. Se trata de respetar a los animales, de no cazarlos o comérselos, ni de usar sus pieles como vestimenta. ¿Por qué?
En primer lugar, porque no es necesario hacerlo. El hombre puede vivir sin hacerlo. Hay quien dice que eso es imposible, que se necesitan fuentes de proteínas animales. Y eso es falso. Como muestra, un botón: la alimentación típica de los legionarios de la Antigua Roma era a base de tortas de harina o trigo, frutos secos, agua y frutas. Y eso durante largas campañas en que era casi imposible conseguir carne. Nadie dirá que no ejecutaban terribles esfuerzos físicos. La carne y el pescado han sido casi imposibles de conseguir para las clases bajas de los pueblos mediterráneos de la Antigüedad y casi se alimentaban sobre todo de vegetales.
Así pues, ya que no es necesario alimentarse de proteínas animales para sobrevivir, no hay excusa para los carnívoros: si se alimentan de animales es porque lo desean, no porque lo necesiten. Los vegetarianos comprendemos esto y elegimos nuestra opción por una razón puramente ética. El matar animales es un hecho caprichoso y subjetivo, no objetivo. ¿Por qué, pues, la mayoría prefiere matarlos y comérselos sin dudarlo?
Los carnívoros creen que el hombre está por encima de los animales, que precisamente por ser los hombres más fuertes, inteligentes y hábiles, están legitimados a hacer lo que quieran con los cerdos, vacas u ovejas. Al fin y al cabo, si la naturaleza nos ha hecho más aptos, ¿por qué no aprovecharse de ello? El alimentarse de animales es la prueba lógica de nuestra superioridad sobre ellos.
Sin embargo, la mayor prueba de nuestra superioridad sobre ellos es precisamente dejarles vivir cuando podemos matarlos. Matar es una prueba de superioridad, pero dejar vivir es aún mayor prueba de superioridad. ¿Y por qué? Porque al matar, acabas con una vida. Pero al no matar, de algún modo has dado vida, y eso es superior, pues la muerte acaba con todo, pero la vida prosigue, y tú has contribuido a que siga y se desarrolle. De algún modo, eres “dueño” de ella, aunque no en un sentido dominante. Sino más bien, partícipe de esa vida que has elegido dejar que siga corriendo.
Comprendo que se pueda matar en defensa propia, pero matar cuando no es necesario es algo que, en mayor o menor medida, brutaliza la mente. Hace involucionar al ser humano hacia un estado más primitivo. Al elegir no matar animales (o no contribuir a que se maten) se consigue una sensación espiritual más elevada, un placer o ligereza espiritual, si se quiere decir. Probablemente los carnívoros se reirán de esto, pero no porque se rían más, es mentira. Dirán que es una tontería. Pero yo me pregunto: ¿es una tontería sentirse un poco más feliz? El hartarse de comer carne puede satisfacer un apetito físico inmediato, pero ¿hace intelectualmente más feliz? No. Sin embargo, por raro que parezca, el saberse vegetariano hace intelectual y espiritualmente más feliz. Proporciona un poco más de serenidad y un poco más de felicidad espiritual. Y eso es lo que todos en el fondo buscamos. La felicidad.
No digo que hacerse vegetariano te quite los problemas ni te haga mejor persona. No quiero convencer a nadie. Simplemente, hace la vida más serena y feliz, un poco más serena y feliz, al menos en mi caso, y ésa es la respuesta fundamental.
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