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Ver la versión completa : Androcles y el león



Mowgli
17-feb-2008, 16:38
En Roma vivía una vez un pobre esclavo llamado Androcles. Su amo era un hombre cruel, y lo trataba tan mal que al fin Androcles se fugó.

Permaneció en una selva muchos días. Pero no encontraba comida, y se debilitó y enfermó tanto que pensó que moriría. Así que un día entró en una caverna y se acostó, y pronto se durmió profundamente.

Al rato un gran ruido lo despertó. Un león había entrado en la cueva, y rugía furiosamente. Androcles sintió mucho miedo, pues estaba seguro de que la bestia lo mataría. Pero pronto vio que el león no estaba enojado, sino que cojeaba como si le doliera una pata.

Androcles tuvo la osadía de tomar la pata coja del león para ver qué le pasaba. El león se quedó quieto, y frotó la cabeza contra el hombro de Androcles. Parecía decirle: “Sé que me ayudarás.”

Androcles alzó la pata y vio que una espina larga y filosa causaba ese dolor. Tomó el extremo de la espina con los dedos, dio un tirón rápido y fuerte y la extrajo. El león estaba feliz. Saltaba como un perro, y lamió las manos y los pies de su nuevo amigo.

Androcles ya no le tuvo miedo a partir de entonces. Y cuando anochecía, él y el león dormían lado a lado.

Durante largo tiempo, el león le llevó comida a Androcles todos los días, y ambos se hicieron tan amigos que Androcles se sentía muy dichoso con su nueva vida.

Un día unos soldados que pasaban por el bosque encontraron a Androcles en la cueva. Sabían quién era, así que lo llevaron de regreso a Roma.

La ley de esa época establecía que todos los esclavos que escapaban de su amo debían luchar contra un león hambriento. Así que encerraron un tiempo a un fiero león sin comida, y se fijó el momento para lucha.

Cuando llegó el día, miles de personas se apiñaron para ver el espectáculo. En esa época iban a esos sitios tantas personas como las que hoy van a un circo o a ver un partido de fútbol.

Se abrió la puerta, y el pobre Androcles salió a la arena. Estaba medio muerto de miedo, pues ya oía los rugidos del león. Miró hacia arriba, y vio que no había piedad en los miles de rostros que lo rodeaban.

Entonces entró el hambriento león. De un salto llegó hasta el pobre esclavo. Androcles soltó un gran grito, no de miedo, sino de alegría. Era su viejo amigo, el león de la caverna.

La gente, que esperaba ver cómo el león mataba al hombre, se quedó maravillada. Vio que Androcles echaba los brazos al pezcuezo del león, que el león se tendía a sus pies y se los lamía, y que la gran bestia frotaba la cabeza contra el rostro del esclavo, como si quisiera que la mimaran. Nadie entendía lo que sucedía.

Al cabo de un rato pidieron a Androcles que contara su historia. Androcles se plantó ante ellos y, rodeando el cuello del león con el brazo, contó que él y la bestia habían vivido juntos en la caverna.

- Yo soy un hombre -dijo-, pero ningún hombre ha sido mi amigo. Este pobre león ha sido el único que fue amable y nos amamos como hermanos.

La gente se apiadó del pobre esclavo.

- ¡Vive en libertad! -exclamaron todos-. ¡Vive en libertad!

Otros gritaban:

- ¡Que también liberen al león! ¡Que ambos sean libres!

Así liberaron a Androcles, y le entregaron el león. Y vivieron juntos en Roma por muchos años.

Snickers
17-feb-2008, 19:50
Muu chulo

si es que es conveniente fugarse cuando la cosa se pone chunga !

Mowgli
14-mar-2008, 19:03
Aunque ningún estudioso se toma la molestia de aludir al asunto, es muy conocido que el esclavo Androcles era el más destacado dentista de su época. De hecho, su reputación era tan buena que el emperador de roma pidió que Androcles lo acompañara como dentista imperial cuando se embarcó en su expedición a África.

Un día, en el límite de un vasto desierto, Androcles se encontró con un león que parecía sufrir mucho. Al parecer, el león había sido tan tonto que había intentado comerse la dura piel de un anglosajón que había llegado para colonizar aquella parte de África. Como consecuencia, el pobre animal se rompió todos los dientes.

Al oír los gemidos del león, Androcles se apiadó de él y decidó darle un juego perfecto de dientes de oro, completamente gratis. Después de que Androcles ejecutara la delicada operación, el león le dio la gracias efusivamente y se internó a toda prisa en el desierto.

Algunos años después, durante la época de la primera persecución, Androcles, que era un buen cristiano, fue denunciado y llevado al Circo de Roma. Allí, junto a sus correligionarios, fue arrojado a un grupo de leones hambrientos, ante toda la nobleza de Roma y su antiguo amo, el emperador. Mientras Androcles se mantenía de pie en el centro del circo, un león salió de su jaula dorada y se encaminó directamente hacia él con las fauces bien abiertas.

Al mirar el interior del hocico, Androcles reconoció los dientes de oro que había colocado allí muchos años antes, y el grito de terror que asomaba a sus labios se convirtió en una exclamación de júbilo. Y el león, al identificar a su viejo amigo el dentista, se echó mansamente a sus pies y se los lamió.

Mientras lamía los pies de Androcles, el león se preguntaba cuál sería la mejor manera de mostrar su gratitud al hombre que en una ocasión lo había curado sin coste alguno. No tardó en ocurrírsele una forma maravillosa de dar al dentista gran publicidad ante el emperador de Roma y todos sus nobles. Y así, levantándose sobre sus patas traseras y rugiendo con fuerza, devoró a Androcles en unos pocos bocados, para demostrar la excelencia de los dientes de oro que el dentista había fabricado.

Oscar Wilde

:D :D :D

FLORBELA
14-mar-2008, 19:08
Muy propio de Wilde. :D Gracias por subirlo, Mowgli ;)