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Ver la versión completa : Ortorexia



Anita
03-jun-2006, 03:47
¿Qué saben de la ortorexia? El otro día estaba en la escuela en la clase de química de alimentos y surgió este tema; la profesora se puso a explicar que se trataba de una obsesión por comer cosas naturales, y por supuesto, todos me miraron y dijeron: ahh, profe, ella es ortorexica!
Yo no sabía donde meterme, le dije que ser vegetariano no tenía nada que ver con una obsesión, y menos en mi caso que no lo hago por lo natural, sino que lo hago exclusivamente por evitar el sufrimiento de los animales.
Después también escuché hablar sobre la ortorexia en un programa de TV, y parece que se esta haciendo popular...

¿Que opinan de esto? ¿Les parece que de cierto modo el vegetarianismo tiene que ver con la ortorexia??

Por mi parte creo que mezclan los temas por ignorancia, la mayoría de la gente (por lo menos aca en Argentina) no entiende nada de vegetarianismo, se cree que al llevar a cabo una alimentación de este tipo vas a vivir enfermo, que no tiene sentido alguno, y que, en definitiva, sos un incoherente total...


Saludos, y desde ya gracias por este espacio

sujal
05-jun-2006, 09:42
Pues la ortorexia Anita, es otra palabreja que se han inventado para marear la perdiz! Los geniales inventores de enfermedades o tanstornos no tienen otra cosa que hacer mas que contribuir a las arcas de las industrias farmaceuticas. Por cierto; ¿Cual es el antídoto para esta nueva obsesión? Un filetón de las estepas comprimido en pastillas de colores o una empanada de berberechos en capsulas de 10 mgrs?

sujal
05-jun-2006, 09:59
............ todo ello debidamente hormonado y acompañado con salsa chapapote al estilo Prestige o Erika (a elegir)

bjorkcita
06-jun-2006, 02:36
"...se trataba de una obsesión por comer cosas naturales", bueeeno, no veo la relación entre *no comer carne* y *comer solo productos naturales* (y encima en forma obsesionada! ;))... de hecho, no se me ocurre en este momento ni un solo producto 100% natural q quiera comer ni q me obsesione (me obsesionan un poco las Pringles, pero no cabe en la definición de ortoréxico supongo! ;))...

ospasbar
14-jun-2006, 17:35
La ortorexia es otro invento de los psicólogos para sacarle la pasta a la gente. O sea, que nos están envenenando con la cantidad de porquerías legales (y no tan legales) que les echan a los alimentos, como plaguicidas en las verduras, colorantes, conservante y sobretodo AROMAS en los productos manufacturados, hormonas y antibióticos en la carne... y no pasa nada. Ahora, cuando te preocupas por todo esto y tratas de llevar una alimentación sana, resulta que estás enfermo!!
Intentan ridiculizar y excluir socialmente a los que navegamos contracorriente y queremos defender nuestros derechos

Por una alimentación sana y sin sufrimiento.

clara
15-jun-2006, 10:04
podriamos buscar un nombre para los obsesionados con los vegetarianos....

sujal
15-jun-2006, 10:14
Vegáfobos???

Mejor lo dejamos que el diccionario no da mucho más de sí. Más palabras podrían poner en serio aprieto a los diccionarios de bolsillo o a la vista del usuario!

Louise
15-jun-2006, 19:58
La ortorexia es otro invento de los psicólogos para sacarle la pasta a la gente. O sea, que nos están envenenando con la cantidad de porquerías legales (y no tan legales) que les echan a los alimentos, como plaguicidas en las verduras, colorantes, conservante y sobretodo AROMAS en los productos manufacturados, hormonas y antibióticos en la carne... y no pasa nada. Ahora, cuando te preocupas por todo esto y tratas de llevar una alimentación sana, resulta que estás enfermo!!
Intentan ridiculizar y excluir socialmente a los que navegamos contracorriente y queremos defender nuestros derechos

Por una alimentación sana y sin sufrimiento.


Holas, yo estudio psicología, y la ortorexia nerviosa la ha inventado un médico alternativo americano (que no es psicólogo) pego su web http://www.orthorexia.com/ y quiere que la Asociación americana de psicólogos se la acepte dentro de los trastornos alimentarios, pero de momento nada.
En la web del tio este se ve q está en contra de los vegetarianos, veganos y crudívoros. Si se lo aceptasen se forraría y sólo serviría para estiquetar a la gente, igual q si no se lo aceptan pero se hiciera popular el uso de la palabrita. Aparte no creo q sea para cualquier persona que se preocupa por comer sano pq entonces tendran que sacar una para cualquier persona que se preocupa por comer insano. Debe ser por el tema obsesivo y para eso ya hay otros nombres.

saluditos.

sujal
15-jun-2006, 20:04
Gracias Louise por la aclaración.:rolleyes:

Anita
15-jun-2006, 22:31
Desde ya muchas gracias por responder.
Es mas o menos lo q yo pensaba todo eso q dijeron pero la verdad es q el dia en q me llamaron ortorexica me dejaron con la boca abierta y no habia palabra q los hiciera cambiar de opinion... pero bueno, supongo q se seguiran inventando nuevos terminos para molestar a la gente q opta por un camino diferente al de los demas..

Saludos!

eu93
16-jun-2006, 13:00
A mi también me han llamado eso, y cosas peores, una compañera del trabajo decía que lo que yo era anoréxica y me escudaba en no comer animales para no comer.

En el fondo son gente mala, lo mejor es ignorarles

ospasbar
18-jun-2006, 18:11
Gracias, Louise, por la aclaración del inventor del término. Yo también creo que hay tantas clases diferentes de obsesiones que sería absurdo etiquetarlas todas. Además, este médico debería demostrar científicamente que existe tal obsesión y que es lo suficientemente representativa en la población como para dedicarle una atención especial.
A lo mejor es que a este médico le subvencionan sus estudios empresas de alimentos manufacturados y de transgénicos, los que ven cómo poco a poco la gente se preocupa más por la alimentación y buscan alimentos más naturales, perdiendo ellos beneficios. Se inventan la enfermedad para marginar a este sector de la población y para que gente que se preocupa por la porquería que nos venden como alimentos llegue a pensar que realmente está enferma.

Saludos a tod@s y bienvenid@os a l@s nuev@s

sujal
18-jun-2006, 18:32
Pues... Ospasbar, creo que tú lo has dicho muy bien. Hay tantos intereses de por medio que los inquisidores de las buenas maneras quieren manejarnos como marionetas a través de sus técnicas disuasorias bien estudiadas.

Un saludo y no os dejéis llevar por los sinsabores de la ignorancia asentada en su trono mientras la rueda de nuestra vulgar cotidianedad nos mantiene ocupaditos en alcanzar cotas de falsa felicidad que aburren el alma.

Gabilondis
01-jul-2006, 09:15
Buenas, me ha llegado hoy un email de animanaturalis que seguramente os habrá llegado a algunos también y me he acordado de este post así que os pongo el artículo por si os interesa...

"Ortorexia: la obsesión por los alimentos sanos

Primero fue el avance de la anorexia y la bulimia nerviosas, y más tarde de la vigorexia, lo que puso en alerta a los especialistas en medicina y nutrición, que empezaron a advertirnos de los peligros de esta obsesión moderna por obtener un cuerpo perfecto, ya se manifieste en el culto a la delgadez, o al músculo. La fijación por la imagen corporal, en una sociedad en la que el aspecto se ha convertido en sinónimo de éxito, puede llevarnos a desarrollar este tipo de trastornos, a los que los adolescentes, por no tener todavía una personalidad formada, son especialmente proclives, enfrentados cada día a los modelos de perfección que constantemente nos presentan la publicidad y los medios de comunicación.

Desde EEUU nos llega ahora el nombre de una nueva patología relacionada con los hábitos dietéticos: la ortorexia. Se trata de un trastorno alimentario que tiene su origen en la obsesión por la comida sana, y cuyos síntomas incluyen la anemia, hiper o hipovitaminosis, carencias de oligoelementos, y trastornos psiquiátricos como depresión, ansiedad, o hipocondría.

El problema con la comida no radica ya en su cantidad, como sucede en los casos de anorexia y bulimia, sino en su calidad. Los ortoréxicos se preocupan en exceso por ingerir alimentos sanos, de origen biológico, carentes de grasa, y libres de componentes transgénicos o de sustancias artificiales como pesticidas o herbicidas, llegando a no comer si no tienen la certeza de que el alimento que van a ingerir reúne todos esos requisitos. Los productos de origen animal también suelen estar excluidos de la dieta.

La calidad de la comida se convierte en la principal preocupación de quienes sufren esta patología, casi en un objetivo vital, del cual esperan obtener una serie de beneficios tanto físicos como psicológicos o espirituales, creándose así una malsana relación de dependencia con alimentos, en principio, saludables.

El término “ortorexia” (del griego orthos, que significa justo, recto) fue introducido en un artículo publicado en 1996 por el médico norteamericano Steve Bratman -especialista en medicina alternativa- y retomado posteriormente en su libro “Health Food Junkies”, un éxito de ventas en EEUU. Bratman fue un ferviente seguidor del movimiento naturista durante 25 años. Trabajó como cocinero y se dedicó a la agricultura orgánica. Tras estar en permanente contacto con todo tipo de nuevas teorías dietéticas que prometían ser la panacea a todo mal, Bratman empezó a elaborar su propia dieta, basada principalmente en la ingesta de vegetales frescos que debían ser masticados no menos de 50 veces antes de ser tragados. A medida que su lista de alimentos “prohibidos” fue haciéndose más larga y sus restricciones dietéticas cada vez más severas, se fue dando cuenta de que su fijación por la pureza de la dieta estaba mermando al mismo ritmo su calidad de vida. Por ello, se propuso superar su propia obsesión por la comida y, después de algunos años, consiguió desprenderse finalmente de sus estrictos hábitos alimentarios.

Bratman advierte que debemos distinguir entre la obsesión por la comida sana, y el cuidado de nuestra dieta. Esto último es, no sólo entendible, sino aconsejable y beneficioso para todo el mundo. Yo ignoro si el veganismo es para él una elemento “de riesgo” o si, por el contrario, le parece una dieta lo suficientemente equilibrada como para no representar un peligro para la salud física y mental de quien la sigue, pero lo cierto es que en su página web (http://www.orthorexia.com/) describe el caso de Kate Finn, una vegana californiana que murió a causa de sus desórdenes alimentarios.

El caso de esta masajista e instructora de yoga es singular: en un artículo escrito por ella misma durante su proceso de recuperación –lamentablemente fallido- admitía que la forma en que había practicado el veganismo no había sido la más adecuada, tomando una enorme cantidad de carbohidratos y azúcares, pero muy pocas proteínas y grasas. Finn pasó por el crudivorismo y el higienismo, siempre en busca de una pureza física y una conexión emocional con los alimentos que le permitiera llegar a un perfecto equilibrio entre cuerpo y mente. En suma, una atormentada búsqueda espiritual a través de la comida. De las connotaciones éticas del veganismo, ni una palabra.

El doctor Bratman afirma haber recibido en una ocasión un e-mail de alguien cuyo cónyuge vegano había presentado una demanda de divorcio por no poder aceptar por más tiempo estar casado con alguien que comiera carne. Yo, pensándolo bien, creo que con un carnívoro ni siquiera hubiese llegado al altar. ¿Debo ser considerada por ello una intransigente, alguien que no respeta la libertad del otro? ¿Estaré tan obsesionada por la pureza de mi alimentación vegana, hasta el extremo de dejar que ello interfiera en mi relación de pareja? ¿No estará mi forma de comer llevándome al aislamiento social –lo que se considera uno de los criterios para diagnosticar a alguien como enfermo de ortorexia...?

Lo que me parece incuestionable es que alguien que en cada comida, todos los días del mundo, viola aquello en lo que el otro cree y por lo que el otro lucha, difícilmente puede ser considerado la pareja ideal de un vegano... No es una cuestión de fanatismo, sino de sentido común. Así que mi respuesta a esas preguntas es un rotundo NO. En mi opinión, lo verdaderamente importante es la integridad ética, el compromiso irrenunciable con la idea de justicia, que no puede reflejarse en otro tipo de dieta que no sea la vegana. Mi principal motivación para abrazar el veganismo no es la mejora de mi salud, sino mi intención de no dañar a ningún ser sintiente para alimentarme. Y lo cierto es que una dieta vegana bien planteada permite hacer ambas cosas sin caer en obsesiones de ningún tipo.

Dejémoslo claro: a los veganos éticos no nos importa la comida, nos importan los animales. Pero en un mundo en el que los términos “animal” y “comida” son considerados equivalentes, nuestra relación con los alimentos, cuando éstos son el resultado de la explotación y el asesinato de seres que sufren por ello, ha de ser tematizada y sometida a crítica. ¿Pensar así es ser un fundamentalista, o un enfermo (ortoréxico, en este caso)? A mí no me lo parece. El veganismo, repito, es, principalmente, un asunto de ética que, de forma derivada, se convierte también en un tema de dietética. Por eso no es comparable a otras opciones alimentarias como el crudivorismo o el frugivorismo –por citar algunas-, dietas que nada tienen que ver con la defensa de los animales ni la denuncia del especismo (aunque muchos de quienes las siguen crean que sí). Lo que el frutarianismo, por ejemplo, tiene de ético es aquello en lo que coincide con el veganismo (renunciar a consumir productos de origen animal), y no aquello en lo que difiere de él (alimentarse exclusivamente de frutas).

Habitualmente, mis críticas al consumo de carne por parte de quienes me rodean son contestadas con un "¡Vive y deja vivir, si no te gusta, no lo comas, pero no me sermonees!", como si los veganos no estuviésemos moralmente obligados a hacer todo lo posible por evitar que también otros cometan semejante atropello a los derechos de seres indefensos. No se trata de quitarle el plato de la mesa a nadie, pero sí de aprovechar cada ocasión para informar de la espantosa realidad que se esconde tras el suculento bocado que está a punto de llevarse a la boca.

Es necesario que la gente entienda que no estamos ante una cuestión de gustos; tenemos el deber de ser justos y de reivindicar los derechos de quienes no pueden hacerlo por sí mismos. Si nuestro compromiso con la liberación animal es firme, estamos obligados a aplicar el principio de igualdad entre animales humanos y animales no-humanos a todos los aspectos de la vida, incluida la alimentación, aún a riesgo de que se nos considere unos fanáticos, o incluso unos enfermos mentales. El mayor fanatismo que yo conozco es esa ceguera egoístamente cómoda de quienes no quieren ver, usando la acertada expresión de Peter Singer, lo que le sucedió a su comida cuando ésta era aún un animal....

Cierto es que la gran mayoría de mis amigos, y la totalidad de mi familia, son carnívoros, y eso no me hace dejar de quererlos. Pero albergo la esperanza de que, con el tiempo, al menos algunos de ellos se replanteen su relación con la comida y entiendan que no está bien matar ni torturar para comer. Entonces, además de mi amor, tendrán también todo mi respeto.

Alicia Martín Melero"