Mandarinas
12-sep-2013, 23:37
"A partir de una edad es de gran mérito mantener la ingenuidad. Sinceridad, candor. Concepto que habla de la persona que ha nacido libre y que no ha perdido la libertad. Por eso no debemos confundirla con ignorancia. Porque ignorancia pueden tener los niños o los brutos, pero la ingenuidad, cuando se tiene experiencia y memoria, es un estadio de sabiduría.
Veamos, ¿qué hace la mayor parte de la gente cuando en una conversación surje cualquier tema "importante"?. Unos repiten aquello que han escuchado de sus ídolos intelectuales, políticos o periodistas. Otros, más dotados, y que han leído o escuchado diferentes versiones del asunto, dan la suya propia, eligiendo la que les parece más certera.
Después están los discretos. Adjetivo que designa a personas de talento extraordinario, pues poseen sensatez para formar su propio juicio y tacto para expresarse y obrar en consecuencia. Estos son los que habiendo escuchado versiones diferentes sobre el tema en cuestión, habiéndolas analizado y comparado, han llegado a la conclusión de que hay demasiada oscuridad como para opinar nada. Entonces actúan discretamente manteniéndose al márgen de cuanta palabrería escuchan.
Por último están los ingenuos. Estos ya han seguido el proceso de los discretos y han llegado a otra fase, la de volver a mirar y escuchar las cosas con inocencia. Su mirada es ahora distanciada, casi de niño. Observa a sus coetáneos como si fuesen complicadísimos "salvajes" de otra cultura. Entonces vuelve a lo sencillo. Opina casi sin prejuicios. Casi desde lo original. Los otros, muchos de los otros le mirarán mal, no entenderán demasiado, le acusarán de infantil. Pero yo no lo creo. Yo creo que a partir de una edad, cuando ya has estudiado y vivido mucho, cuando sabes lo relativa y parcial que es toda la información, lo poco que sabes, tienes que dejarte llevar por el instinto y el corazón desnudo; lo que menos falla."
P. Pedrero.
Veamos, ¿qué hace la mayor parte de la gente cuando en una conversación surje cualquier tema "importante"?. Unos repiten aquello que han escuchado de sus ídolos intelectuales, políticos o periodistas. Otros, más dotados, y que han leído o escuchado diferentes versiones del asunto, dan la suya propia, eligiendo la que les parece más certera.
Después están los discretos. Adjetivo que designa a personas de talento extraordinario, pues poseen sensatez para formar su propio juicio y tacto para expresarse y obrar en consecuencia. Estos son los que habiendo escuchado versiones diferentes sobre el tema en cuestión, habiéndolas analizado y comparado, han llegado a la conclusión de que hay demasiada oscuridad como para opinar nada. Entonces actúan discretamente manteniéndose al márgen de cuanta palabrería escuchan.
Por último están los ingenuos. Estos ya han seguido el proceso de los discretos y han llegado a otra fase, la de volver a mirar y escuchar las cosas con inocencia. Su mirada es ahora distanciada, casi de niño. Observa a sus coetáneos como si fuesen complicadísimos "salvajes" de otra cultura. Entonces vuelve a lo sencillo. Opina casi sin prejuicios. Casi desde lo original. Los otros, muchos de los otros le mirarán mal, no entenderán demasiado, le acusarán de infantil. Pero yo no lo creo. Yo creo que a partir de una edad, cuando ya has estudiado y vivido mucho, cuando sabes lo relativa y parcial que es toda la información, lo poco que sabes, tienes que dejarte llevar por el instinto y el corazón desnudo; lo que menos falla."
P. Pedrero.