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Ver la versión completa : El último Domingo.



purpura
13-ene-2008, 23:25
Abro los ojos. Un cuarto oscuro, húmedo. Intento ubicarme, oigo el ruido de la multitud en el exterior, bullicio, movimiento fuera de la habitación. Veo la silueta de una puerta, luz al otro lado. El mundo está del otro lado; yo en el interior de este cuarto.

La puerta, ambiente enrarecido. Me concentro en esa puerta, en el bullicio, quizás así pueda salir, respirar.

La puerta. La luz.
La puerta.
La luz.

Salir
Salir
SALIR!

Algo se mueve, alguien, algo, me empuja. De repente el bullicio está áquí, en mi cabeza, lo rodea todo, la luz me ciega, estoy desorientada, necesito una guía, un punto en el que fijar mi atención, un indicio que me ayude a sentir que sigo en este mundo, que sigo viva.
Consigo distinguir un movimiento, un movimiento lento y armónico entre el caos que me desborda. Es un baile de colores acompasado, hermoso. Y recuerdo, que la vida es deleitarse con la belleza natural de las cosas. Y me deleito. Me acerco, la sigo. La intento tocar...
Me evita.

Se desvanece. Bullicio, luz intensa, el olor a humedad en mi cabeza. Busco la belleza. Necesito esa belleza.

La veo de nuevo, a lo lejos, el baile sigue su curso, esperándome, tranquilamente, un movimiento armónico que me invita a alejarme de la muerte de los sentidos. Me acerco. Lo intento tocar...

Se aleja. Me duele. Es un dolor punzante, me duele el cuerpo, me duele el alma porque la belleza no quiere que baile con ella.

Me vuelvo a acercar, esta vez decidida, debil pero con la fuerza suficiente como para hacer un último intento. Y entonces veo sus ojos.

Me mira, baila, rodeado de una belleza infinita, paz en medio de la tragedia, mostrándome una luz de guía, un baile de colores que me invita a acercarme, a no alejarme nunca más. Es extraño, pero en ese momento no desearía nada más que bailar con él, entrar en su mundo y olvidarme del resto. Doy un paso, doy otro, empiezo a correr hacia él.

Nos miramos.

Me fijo en su cara, súbitamente se ha transformado: sus ojos están desorbitados, sigue sonriendo, veo cómo crece sobre mí...¿Qué está pasando?
Me vuelvo pequeña,
pqueña,
pqñ...

Ya no me quedan fuerzas para irme. Siento una punzada intensa, el bullicio crece, se apodera de todo. Mi sangre mancha el suelo. Me caigo.

Aún tengo los ojos abiertos, veo a la gente rodeándome, gritando, alegría, aplausos. Mi asesino se ha alejado, como un actor al final de la obra, se da a su público, que le aplaude.

Sola, en el suelo,cubierta de sangre; pero eso ya no importa. Hoy mi asesino saldrá por la puerta grande.

Luzbel
18-ene-2008, 23:23
Haaay!!me duele a mi de solo leerlo.como se puede pagar una entrada para ver semejante locura?