Cotorra
24-mar-2013, 19:30
Un museo que se construye sobre las ruinas del desamor
Un oso de peluche, un hacha, unas viejas All Star, un gnomo de jardín… son los restos de un desamor y la base del Museum of Broken Relationships, en Zagreb, la capital de Croacia.
Los objetos pueden convertirse en el peor fantasma de una ruptura sentimental; regalos adorados en su momento, son ahora monstruos psicológicos que nos recuerdan cosas que preferiríamos olvidar. Pero todo ese patrimonio emocional no tiene por qué acabar en la basura o en el fondo de un armario; este museo dedicado a las relaciones rotas, ofrece la posibilidad de superar el trance de un modo creativo y original: todo lo que nos sobre tras un amor fallido, contribuye a ampliar su colección.
Todo comenzó cuando a Olinka Vištica y Dražen Grubišic, dos artistas croatas, se les acabó el amor. Tras cuatro años juntos, se dividieron las pertenencias comunes. Ningún problema con objetos como la tele o los libros, pero ¿qué hacer con todas esas pequeñas cosas que se compraron amor mediante? Así nació la idea del museo, un lugar donde conservar los más íntimos recuerdos que quedan tras un amor que ya no lo es más.
http://media.carrieserena.com/i/680x534/3-2013/201332012252_2.jpg
2002, Zagreb - “I love you, qué gran mentira”, dice el donante de este oso recibido por San Valentín y que sobrevivió en la parte alta de su armario porque “no fue él el que me lastimó, sino el idiota que lo dejó atrás”. Imagen vía brokenships.com
En 2006 concibieron la primera exposición con sus objetos y los de amigos que se encontraban en situaciones similares. Desde entonces, este pequeño museo de Zagreb, situado en el barroco palacio Kulmer, en la parte alta e histórica de la ciudad entre calles empedradas y magníficos edificios, ha ido creciendo en fama y reconocimientos, como el premio Kenneth Hudson al museo más innovador en 2011.
En los últimos años, manteniendo su base permanente en la capital croata, el museo se ha convertido en itinerante y ha viajado por medio mundo en exposiciones temporales. En cada una de ellas, otras parejas rotas han ido añadiendo sus propios objetos, llenos de historias personales que reflejan siempre la cultura de su país de procedencia, impregnados por las peculiaridades geográficas que influencian las relaciones.
Desde Argentina a Alemania, Turquía, Reino Unido o Filipinas, pasando por Cabo Verde, Singapur o Estados Unidos, sus exhibiciones temporales se suceden. Este año, justo el día de los enamorados, ha abierto sus puertas en el Boulder Museum of Contemporary Art de Colorado (EEUU), donde estará hasta el 26 de mayo, tras cerrar su muestra en París a principios de febrero. En este vídeo Olinka Vištica, su creadora, enseña su paso por la capital francesa, donde recibió el nombre de Musée des coeurs brisés (Museo de los corazones rotos):
http://www.youtube.com/watch?v=Ep-HUdNozP0&feature=player_embedded
Los motivos que hacen que la gente done parte de sus vivencias más íntimas pueden responder al más puro exhibicionismo, a un alivio terapéutico, o tener su causa en el despecho, pero lo cierto es que no importan. Simplemente, desprenderse de estos objetos puede ser una especie de ritual que ayude a continuar; regalar nuestra historia de amor fallido al museo y buscarnos otra nueva.
El Museum of Broken Relationships ofrece la posibilidad de hablar de las rupturas de manera pública, pero dentro del anonimato. Una ayuda para pasar página, sentirse mejor y compartir sentimientos universales como pena, tristeza, venganza, odio, resignación, soledad… todo tiene cabida y explicación, pues los objetos, expuestos sin urnas de ningún tipo, se acompañan de una pequeña nota escrita por el donante.
http://media.carrieserena.com/i/680x395/3-2013/201332012252_3.jpg
1975, Eslovenia - Caja de cerillas que un esposo hizo para su mujer justo después de la boda. 18 años después, la dejó por otra mujer. Imagen vía brokenships.com
http://media.carrieserena.com/i/680x1019/3-2013/201332012252_4.jpg
1994, Berlín - Vestido de boda que lució una feliz novia en una boda multitudinaria en Grecia. La pareja se separó tras no conseguir tener hijos. Imagen vía brokenships.com
Guantes, cajas de cerillas, correspondencia por e-mails, libros, álbumes de boda… son los restos de historias de amor que duraron años, relaciones a distancia, amores de verano, separaciones de hermanos… Todas, historias de pérdida y muy sinceras; muchas graciosas, otras tristes, no se olvidan fácilmente.
El Museum of Broken Relationships capta la atención del público de una manera profunda y seria, revuelve los sentimientos más hondos y ayuda a comprender la fragilidad de las relaciones humanas. Porque las rupturas forman parte de la vida.
http://media.carrieserena.com/i/680x453/3-2013/201332012252_5.jpg
Imagen vía brokenships.com
http://media.carrieserena.com/i/680x446/3-2013/201332012252_6.jpg
Imagen vía brokenships.com
http://media.carrieserena.com/i/680x453/3-2013/201332012252_7.jpg
Imagen vía brokenships.com
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http://www.carrieserena.com/articulo/4238/museum-of-broken-relationships-el-museo-de-los-corazones-rotos
Un oso de peluche, un hacha, unas viejas All Star, un gnomo de jardín… son los restos de un desamor y la base del Museum of Broken Relationships, en Zagreb, la capital de Croacia.
Los objetos pueden convertirse en el peor fantasma de una ruptura sentimental; regalos adorados en su momento, son ahora monstruos psicológicos que nos recuerdan cosas que preferiríamos olvidar. Pero todo ese patrimonio emocional no tiene por qué acabar en la basura o en el fondo de un armario; este museo dedicado a las relaciones rotas, ofrece la posibilidad de superar el trance de un modo creativo y original: todo lo que nos sobre tras un amor fallido, contribuye a ampliar su colección.
Todo comenzó cuando a Olinka Vištica y Dražen Grubišic, dos artistas croatas, se les acabó el amor. Tras cuatro años juntos, se dividieron las pertenencias comunes. Ningún problema con objetos como la tele o los libros, pero ¿qué hacer con todas esas pequeñas cosas que se compraron amor mediante? Así nació la idea del museo, un lugar donde conservar los más íntimos recuerdos que quedan tras un amor que ya no lo es más.
http://media.carrieserena.com/i/680x534/3-2013/201332012252_2.jpg
2002, Zagreb - “I love you, qué gran mentira”, dice el donante de este oso recibido por San Valentín y que sobrevivió en la parte alta de su armario porque “no fue él el que me lastimó, sino el idiota que lo dejó atrás”. Imagen vía brokenships.com
En 2006 concibieron la primera exposición con sus objetos y los de amigos que se encontraban en situaciones similares. Desde entonces, este pequeño museo de Zagreb, situado en el barroco palacio Kulmer, en la parte alta e histórica de la ciudad entre calles empedradas y magníficos edificios, ha ido creciendo en fama y reconocimientos, como el premio Kenneth Hudson al museo más innovador en 2011.
En los últimos años, manteniendo su base permanente en la capital croata, el museo se ha convertido en itinerante y ha viajado por medio mundo en exposiciones temporales. En cada una de ellas, otras parejas rotas han ido añadiendo sus propios objetos, llenos de historias personales que reflejan siempre la cultura de su país de procedencia, impregnados por las peculiaridades geográficas que influencian las relaciones.
Desde Argentina a Alemania, Turquía, Reino Unido o Filipinas, pasando por Cabo Verde, Singapur o Estados Unidos, sus exhibiciones temporales se suceden. Este año, justo el día de los enamorados, ha abierto sus puertas en el Boulder Museum of Contemporary Art de Colorado (EEUU), donde estará hasta el 26 de mayo, tras cerrar su muestra en París a principios de febrero. En este vídeo Olinka Vištica, su creadora, enseña su paso por la capital francesa, donde recibió el nombre de Musée des coeurs brisés (Museo de los corazones rotos):
http://www.youtube.com/watch?v=Ep-HUdNozP0&feature=player_embedded
Los motivos que hacen que la gente done parte de sus vivencias más íntimas pueden responder al más puro exhibicionismo, a un alivio terapéutico, o tener su causa en el despecho, pero lo cierto es que no importan. Simplemente, desprenderse de estos objetos puede ser una especie de ritual que ayude a continuar; regalar nuestra historia de amor fallido al museo y buscarnos otra nueva.
El Museum of Broken Relationships ofrece la posibilidad de hablar de las rupturas de manera pública, pero dentro del anonimato. Una ayuda para pasar página, sentirse mejor y compartir sentimientos universales como pena, tristeza, venganza, odio, resignación, soledad… todo tiene cabida y explicación, pues los objetos, expuestos sin urnas de ningún tipo, se acompañan de una pequeña nota escrita por el donante.
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1975, Eslovenia - Caja de cerillas que un esposo hizo para su mujer justo después de la boda. 18 años después, la dejó por otra mujer. Imagen vía brokenships.com
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1994, Berlín - Vestido de boda que lució una feliz novia en una boda multitudinaria en Grecia. La pareja se separó tras no conseguir tener hijos. Imagen vía brokenships.com
Guantes, cajas de cerillas, correspondencia por e-mails, libros, álbumes de boda… son los restos de historias de amor que duraron años, relaciones a distancia, amores de verano, separaciones de hermanos… Todas, historias de pérdida y muy sinceras; muchas graciosas, otras tristes, no se olvidan fácilmente.
El Museum of Broken Relationships capta la atención del público de una manera profunda y seria, revuelve los sentimientos más hondos y ayuda a comprender la fragilidad de las relaciones humanas. Porque las rupturas forman parte de la vida.
http://media.carrieserena.com/i/680x453/3-2013/201332012252_5.jpg
Imagen vía brokenships.com
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Imagen vía brokenships.com
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Imagen vía brokenships.com
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http://www.carrieserena.com/articulo/4238/museum-of-broken-relationships-el-museo-de-los-corazones-rotos