Snickers
28-abr-2011, 10:29
http://www.elcorreo.com/alava/v/20110425/pvasco-espana/conyuges-divorciados-deberan-pagar-20110425.html
Los cónyuges divorciados deberán pagar a medias la hipoteca del piso (http://www.elcorreo.com/alava/v/20110425/pvasco-espana/conyuges-divorciados-deberan-pagar-20110425.html)
El Supremo da la razón a un hombre que recurrió tras ser obligado a cargar con el 80% del crédito porque ganaba más que su ex
25.04.11 - 02:50 - LUIS LÓPEZ | BILBAO.
Hasta la pasada semana no había un criterio único por parte de los jueces a la hora de determinar cómo se distribuye el pago de la hipoteca entre una pareja de divorciados. De hecho, existen numerosas sentencias que cargan a la parte más solvente económicamente con un porcentaje superior. A partir de ahora esto no ocurrirá más. El Tribunal Supremo ha formulado una doctrina según la cual las cuotas hipotecarias se repartirán a medias entre los dos excónyuges. A juicio de los magistrados firmantes del fallo, este préstamo no es una «carga del matrimonio», sino una «deuda» de la sociedad de gananciales formada por sus firmantes. Igual que los activos se reparten al 50%, el pasivo también debe ser distribuido de este modo, arguyen.
La Sala de lo Civil del Alto Tribunal atendió así el recurso de amparo interpuesto por un hombre que pedía extinguir la sociedad de gananciales, de manera que tanto los bienes como las cargas del matrimonio se dividiesen a partes iguales entre él y su exesposa. El interesado acudió a esta vía después de que un juzgado de Lliria (Valencia) le ordenase pagar el 80% de las cuotas de la hipoteca tras el divorcio.
La sentencia del Supremo, cuya ponente es la magistrada Encarnación Roca Trías, se hace eco de las resoluciones contradictorias que habían emitido diferentes audiencias provinciales a la hora de valorar el carácter que tiene el crédito hipotecario sobre la vivienda familiar en caso de ruptura del contrato matrimonial. Frente a esta disparidad de criterios, el Alto Tribunal determina que las «cuotas de la hipoteca» correspondientes al préstamo contratado «por ambos cónyuges para la adquisición de la propiedad del inmueble destinado a vivienda familiar constituye una deuda de la sociedad de gananciales y no una carga del matrimonio».
Desde las asociaciones de padres y madres separados la unificación de doctrina se ha recibido con buenos ojos. «Me parece estupendo porque esto tiende a equilibrar las cosas», se felicitaba ayer Pedro Cruz, presidente de Amapase, el colectivo alavés que forma parte de la Federación de Euskadi de Padres y Madres Separados. Asegura que hasta ahora en la mayoría de los casos «se hacía pagar más a quien tuviese más, pero a la hora de repartir el activo se hacía a partes iguales», un proceder «injusto».
El responsable de Amapase entiende que desde este momento van a cambiar muchas cosas. Por ejemplo, ¿qué ocurrirá si la parte de la pareja con menos posibilidades económicas no puede hacer frente a su porcentaje de la cuota hipotecaria? «Habrá que liquidar, es decir, vender el piso. De hecho, esto es lo que nosotros proponemos». Incluso en aquellos casos en que ambos cónyuges tengan posibilidad de afrontar su parte, el hecho de tener que repartirse el pago al 50% hará que muchos se lo planteen y decidan que «no interesa conservar la casa».
Efectos en la custodia
Con la nueva situación también surgen recelos. ¿No se deja en una situación precaria a las mujeres que han relegado su vida profesional y se han consagrado a las labores domésticas? «En parejas con edades superiores a los 50 años, igual sí», admite Cruz. «Pero en estos casos, generalmente, la casa ya está pagada y no se plantea el problema. Las parejas que tienen hipoteca son de la generación posterior, de 35 ó 40 años, y en estas edades, por suerte, las mujeres mayoritariamente no han renunciando a su incorporación al mercado laboral, tienen cualificación profesional».
El asunto aún va a dar mucho que hablar. Desde Amapase también apuntan hacia otro aspecto que podría cambiar: la custodia de los hijos. Ahora es frecuente que la mujer mantenga la custodia y se quede en la vivienda familiar con ellos. «Si se liquida el piso, quizás se facilite que haya más igualdad entre padres y madres, que se den más custodias a ellos o que sean compartidas», una de las principales demandas de colectivo en Euskadi. En la actualidad el 86,5% de las custodias se conceden a las madres, frente al 6% que son para los padres y el 6,8% compartidas.
Los cónyuges divorciados deberán pagar a medias la hipoteca del piso (http://www.elcorreo.com/alava/v/20110425/pvasco-espana/conyuges-divorciados-deberan-pagar-20110425.html)
El Supremo da la razón a un hombre que recurrió tras ser obligado a cargar con el 80% del crédito porque ganaba más que su ex
25.04.11 - 02:50 - LUIS LÓPEZ | BILBAO.
Hasta la pasada semana no había un criterio único por parte de los jueces a la hora de determinar cómo se distribuye el pago de la hipoteca entre una pareja de divorciados. De hecho, existen numerosas sentencias que cargan a la parte más solvente económicamente con un porcentaje superior. A partir de ahora esto no ocurrirá más. El Tribunal Supremo ha formulado una doctrina según la cual las cuotas hipotecarias se repartirán a medias entre los dos excónyuges. A juicio de los magistrados firmantes del fallo, este préstamo no es una «carga del matrimonio», sino una «deuda» de la sociedad de gananciales formada por sus firmantes. Igual que los activos se reparten al 50%, el pasivo también debe ser distribuido de este modo, arguyen.
La Sala de lo Civil del Alto Tribunal atendió así el recurso de amparo interpuesto por un hombre que pedía extinguir la sociedad de gananciales, de manera que tanto los bienes como las cargas del matrimonio se dividiesen a partes iguales entre él y su exesposa. El interesado acudió a esta vía después de que un juzgado de Lliria (Valencia) le ordenase pagar el 80% de las cuotas de la hipoteca tras el divorcio.
La sentencia del Supremo, cuya ponente es la magistrada Encarnación Roca Trías, se hace eco de las resoluciones contradictorias que habían emitido diferentes audiencias provinciales a la hora de valorar el carácter que tiene el crédito hipotecario sobre la vivienda familiar en caso de ruptura del contrato matrimonial. Frente a esta disparidad de criterios, el Alto Tribunal determina que las «cuotas de la hipoteca» correspondientes al préstamo contratado «por ambos cónyuges para la adquisición de la propiedad del inmueble destinado a vivienda familiar constituye una deuda de la sociedad de gananciales y no una carga del matrimonio».
Desde las asociaciones de padres y madres separados la unificación de doctrina se ha recibido con buenos ojos. «Me parece estupendo porque esto tiende a equilibrar las cosas», se felicitaba ayer Pedro Cruz, presidente de Amapase, el colectivo alavés que forma parte de la Federación de Euskadi de Padres y Madres Separados. Asegura que hasta ahora en la mayoría de los casos «se hacía pagar más a quien tuviese más, pero a la hora de repartir el activo se hacía a partes iguales», un proceder «injusto».
El responsable de Amapase entiende que desde este momento van a cambiar muchas cosas. Por ejemplo, ¿qué ocurrirá si la parte de la pareja con menos posibilidades económicas no puede hacer frente a su porcentaje de la cuota hipotecaria? «Habrá que liquidar, es decir, vender el piso. De hecho, esto es lo que nosotros proponemos». Incluso en aquellos casos en que ambos cónyuges tengan posibilidad de afrontar su parte, el hecho de tener que repartirse el pago al 50% hará que muchos se lo planteen y decidan que «no interesa conservar la casa».
Efectos en la custodia
Con la nueva situación también surgen recelos. ¿No se deja en una situación precaria a las mujeres que han relegado su vida profesional y se han consagrado a las labores domésticas? «En parejas con edades superiores a los 50 años, igual sí», admite Cruz. «Pero en estos casos, generalmente, la casa ya está pagada y no se plantea el problema. Las parejas que tienen hipoteca son de la generación posterior, de 35 ó 40 años, y en estas edades, por suerte, las mujeres mayoritariamente no han renunciando a su incorporación al mercado laboral, tienen cualificación profesional».
El asunto aún va a dar mucho que hablar. Desde Amapase también apuntan hacia otro aspecto que podría cambiar: la custodia de los hijos. Ahora es frecuente que la mujer mantenga la custodia y se quede en la vivienda familiar con ellos. «Si se liquida el piso, quizás se facilite que haya más igualdad entre padres y madres, que se den más custodias a ellos o que sean compartidas», una de las principales demandas de colectivo en Euskadi. En la actualidad el 86,5% de las custodias se conceden a las madres, frente al 6% que son para los padres y el 6,8% compartidas.