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02-ene-2011, 06:06
Los secretos del Tea Party español
Católicos militantes de los movimientos cívico-religiosos denuncian la actuación en su seno de una nueva masonería blanca inspirada en el poderoso Yunque mexicano
JOSÉ LUIS BARBERÍA 02/01/2011
http://t1.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcQoltMOBHco34WzcEaP72vsIlJ7hxZv3 Tm7wOTGaPsBHq5aeJyY
En el bullicioso campo del neoconservadurismo e integrismo católico español emerge la sospecha de que una sociedad secreta opera a la sombra de la Iglesia y en los aledaños del PP. Muy activa en las grandes movilizaciones antigubernamentales, esa organización concilia el arcaico fundamentalismo con las modernas técnicas de difusión digital.
"Desde que me advirtieron de que Hazteoir.org y sus filiales Derechoavivir.com, Profesionalesporlaetica.org y otras de fines aparentemente filantrópicos son iniciativas de la sociedad secreta mexicana El Yunque, trato de deshacerme de ellos. Al principio, desinformada de su interés político sectario y de su capacidad de manipulación, colaboré económica y directamente. Hoy quiero que desaparezcan de mi correo electrónico y no lo consigo (...). Si alguien puede aconsejarme cómo escaparme de las redes de esa organización...". Este mensaje, publicado en la Red en junio de 2009, quedó sepultado por el intenso tráfico digital, pese a que llevaba la firma y el DNI de María de Andrés Urtasun, profesora de Historia de la Universidad San Pablo CEU.
La palabra Yunque no volvió a aparecer asociada al secretismo conspirativo hasta que, el pasado 8 de marzo, ReligionenLibertad.com publicó lo siguiente: "Yunque, Organización del Bien Común, Mariachis, tanto da; estamos ante una organización que intenta pasar por inexistente y actuar de espaldas a la sociedad. ¿Son conscientes de que su modo de captación, basado en el secreto y dirigido a los adolescentes y jóvenes, ha creado situaciones dramáticas en muchas familias? (...). ¿Se han planteado el papelón que están haciendo algunos obispos?". Tan revelador como el texto es que fue escrito por Alejandro Campoy, el antiguo portavoz de la plataforma digital Hazte Oír (HO), que alcanzó cierta notoriedad cuando colocó en el escaño del presidente Zapatero una fotografía de Miguel Ángel Blanco y dos rosas blancas manchadas de mercromina. Por anacrónica y extravagante que resulte, la sospecha de que existe una sociedad secreta de elementos juramentados se ha abierto paso en los entramados digitales del neoconservadurismo católico y dentro de la propia Iglesia.
La pregunta es si estamos ante un secreto a voces conservado en la ausencia de pruebas o ante rumores que se superponen, huérfanos de asidero estable. "Cada vez es más vox pópuli que esa asociación que unos llaman El Yunque -nombre que, por lo visto, ha cambiado hace poco-, y que la gracia hispana ha bautizado como los mariachis usa muy malos modos contra los que les desenmascaran", ha escrito Javier Paredes, catedrático de Historia de la Universidad de Alcalá de Henares, en el portal digital Infocatólica.com. ¿Cómo se explica que católicos conservadores de acendrado compromiso denuncien a activistas que han dinamizado la lucha contra el aborto, el matrimonio homosexual y la política educativa y generado un clima de efervescencia antigubernamental que ha arrastrado a los obispos a la cabeza de la manifestación? La respuesta traza una línea entre lo lícito y lo ilícito.
"Bajo su apariencia angelical, ellos están en la dialéctica del golpe en la mesa. No entienden que después de la Guerra Civil y de la dictadura, los españoles hayamos aprendido a convivir y que nos ha costado demasiado llegar a la separación de poderes entre Iglesia y Estado como para que ahora queramos volver al pasado. En las reuniones nos decían que había que pedir a los obispos que lideraran la protesta contra el aborto. Y es que en el fondo de su estrategia hay un proyecto monolítico", sostiene hoy María de Andrés Urtasun en declaraciones a EL PAÍS.
¿Estamos ante una masonería blanca inspirada en el poderoso Yunque mexicano y amamantada en el extremismo ideológico neocon del Phoenix Institute de Arizona (EE UU), como aseguran algunos denunciantes, o ante un simple lobby, como afirman los denunciados?
La distinción no es baladí porque de ella depende que esa organización pueda ser considerada legal o no. Y es que los artículos 22 de la Constitución española y 515 del Código Penal prohíben expresamente las asociaciones secretas y las de carácter paramilitar. El Código de Derecho Canónico establece, a su vez, que todas las asociaciones de fieles deben tener estatutos, título y estar sometidas a la autoridad eclesiástica. "Esa sociedad va creando asociaciones que se coordinan por consignas y están dirigidas por las mismas personas que salen por una radio, un periódico, una televisión. Parecen que son muchos, cuando en realidad son pocos y siempre los mismos", ha señalado Javier Paredes. "Nunca dudes de que un grupo pequeño de ciudadanos reflexivos y comprometidos puede cambiar el mundo", se proclama a modo de divisa en esos medios. Hazteoir.org (HO), con Ignacio Arsuaga como presidente; Profesionales por la Ética (Jaime Urcelay), Nasciturus (Pablo Gutiérrez), Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia (Marcial Cucarella), Escuela de Liderazgo Social y Político (Carlos Gredilla), Instituto de Política Familiar (Eduardo Hertfelder, Dolores Velarde), Justicia y Libertad (Ángel Serrano) y Fundación Burke (Antonio Arcones) formarían parte de ese mosaico.
"HO es una sociedad civil española registrada en el Ministerio de Interior. No tenemos nada que ver con El Yunque", se defiende Arsuaga. Sí admite que él y algún otro fundador de HO pasaron por el Phoenix Institute americano, un think tank (fábrica de ideas) neoconservador que dirigen, entre otros, John Hamm, presidente de la Universidad de Tejas, y John X. Evans, profesor emérito de la Universidad del Estado de Arizona.
(continúa...)
Católicos militantes de los movimientos cívico-religiosos denuncian la actuación en su seno de una nueva masonería blanca inspirada en el poderoso Yunque mexicano
JOSÉ LUIS BARBERÍA 02/01/2011
http://t1.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcQoltMOBHco34WzcEaP72vsIlJ7hxZv3 Tm7wOTGaPsBHq5aeJyY
En el bullicioso campo del neoconservadurismo e integrismo católico español emerge la sospecha de que una sociedad secreta opera a la sombra de la Iglesia y en los aledaños del PP. Muy activa en las grandes movilizaciones antigubernamentales, esa organización concilia el arcaico fundamentalismo con las modernas técnicas de difusión digital.
"Desde que me advirtieron de que Hazteoir.org y sus filiales Derechoavivir.com, Profesionalesporlaetica.org y otras de fines aparentemente filantrópicos son iniciativas de la sociedad secreta mexicana El Yunque, trato de deshacerme de ellos. Al principio, desinformada de su interés político sectario y de su capacidad de manipulación, colaboré económica y directamente. Hoy quiero que desaparezcan de mi correo electrónico y no lo consigo (...). Si alguien puede aconsejarme cómo escaparme de las redes de esa organización...". Este mensaje, publicado en la Red en junio de 2009, quedó sepultado por el intenso tráfico digital, pese a que llevaba la firma y el DNI de María de Andrés Urtasun, profesora de Historia de la Universidad San Pablo CEU.
La palabra Yunque no volvió a aparecer asociada al secretismo conspirativo hasta que, el pasado 8 de marzo, ReligionenLibertad.com publicó lo siguiente: "Yunque, Organización del Bien Común, Mariachis, tanto da; estamos ante una organización que intenta pasar por inexistente y actuar de espaldas a la sociedad. ¿Son conscientes de que su modo de captación, basado en el secreto y dirigido a los adolescentes y jóvenes, ha creado situaciones dramáticas en muchas familias? (...). ¿Se han planteado el papelón que están haciendo algunos obispos?". Tan revelador como el texto es que fue escrito por Alejandro Campoy, el antiguo portavoz de la plataforma digital Hazte Oír (HO), que alcanzó cierta notoriedad cuando colocó en el escaño del presidente Zapatero una fotografía de Miguel Ángel Blanco y dos rosas blancas manchadas de mercromina. Por anacrónica y extravagante que resulte, la sospecha de que existe una sociedad secreta de elementos juramentados se ha abierto paso en los entramados digitales del neoconservadurismo católico y dentro de la propia Iglesia.
La pregunta es si estamos ante un secreto a voces conservado en la ausencia de pruebas o ante rumores que se superponen, huérfanos de asidero estable. "Cada vez es más vox pópuli que esa asociación que unos llaman El Yunque -nombre que, por lo visto, ha cambiado hace poco-, y que la gracia hispana ha bautizado como los mariachis usa muy malos modos contra los que les desenmascaran", ha escrito Javier Paredes, catedrático de Historia de la Universidad de Alcalá de Henares, en el portal digital Infocatólica.com. ¿Cómo se explica que católicos conservadores de acendrado compromiso denuncien a activistas que han dinamizado la lucha contra el aborto, el matrimonio homosexual y la política educativa y generado un clima de efervescencia antigubernamental que ha arrastrado a los obispos a la cabeza de la manifestación? La respuesta traza una línea entre lo lícito y lo ilícito.
"Bajo su apariencia angelical, ellos están en la dialéctica del golpe en la mesa. No entienden que después de la Guerra Civil y de la dictadura, los españoles hayamos aprendido a convivir y que nos ha costado demasiado llegar a la separación de poderes entre Iglesia y Estado como para que ahora queramos volver al pasado. En las reuniones nos decían que había que pedir a los obispos que lideraran la protesta contra el aborto. Y es que en el fondo de su estrategia hay un proyecto monolítico", sostiene hoy María de Andrés Urtasun en declaraciones a EL PAÍS.
¿Estamos ante una masonería blanca inspirada en el poderoso Yunque mexicano y amamantada en el extremismo ideológico neocon del Phoenix Institute de Arizona (EE UU), como aseguran algunos denunciantes, o ante un simple lobby, como afirman los denunciados?
La distinción no es baladí porque de ella depende que esa organización pueda ser considerada legal o no. Y es que los artículos 22 de la Constitución española y 515 del Código Penal prohíben expresamente las asociaciones secretas y las de carácter paramilitar. El Código de Derecho Canónico establece, a su vez, que todas las asociaciones de fieles deben tener estatutos, título y estar sometidas a la autoridad eclesiástica. "Esa sociedad va creando asociaciones que se coordinan por consignas y están dirigidas por las mismas personas que salen por una radio, un periódico, una televisión. Parecen que son muchos, cuando en realidad son pocos y siempre los mismos", ha señalado Javier Paredes. "Nunca dudes de que un grupo pequeño de ciudadanos reflexivos y comprometidos puede cambiar el mundo", se proclama a modo de divisa en esos medios. Hazteoir.org (HO), con Ignacio Arsuaga como presidente; Profesionales por la Ética (Jaime Urcelay), Nasciturus (Pablo Gutiérrez), Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia (Marcial Cucarella), Escuela de Liderazgo Social y Político (Carlos Gredilla), Instituto de Política Familiar (Eduardo Hertfelder, Dolores Velarde), Justicia y Libertad (Ángel Serrano) y Fundación Burke (Antonio Arcones) formarían parte de ese mosaico.
"HO es una sociedad civil española registrada en el Ministerio de Interior. No tenemos nada que ver con El Yunque", se defiende Arsuaga. Sí admite que él y algún otro fundador de HO pasaron por el Phoenix Institute americano, un think tank (fábrica de ideas) neoconservador que dirigen, entre otros, John Hamm, presidente de la Universidad de Tejas, y John X. Evans, profesor emérito de la Universidad del Estado de Arizona.
(continúa...)