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Ver la versión completa : Entrevista a vegetas en El Progreso



meiganegra666
03-nov-2010, 00:04
Hace tiempo me enteré que estaban buscando a vegetarianos para hacerles una entrevista en el diario de Lugo "El Progreso", lo cual me sorprendió enormemente, ya que aqui, a veces ni las herboristerías saben que existimos. Pues bien, intenté contactar una y otra vez con la persona al cargo y naaada, al final no lo conseguí, pero os traigo la entrevista que le han hecho a nuestro compañero del foro Delokos. Que lo disfruteis!!!!


EL REPORTAJE
Y para comer... piensa en verde

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Etiquetas: reportaje, Lugo, vegetarianos, gastronomía

02/11/2010 - Texto: Nerea Pallares + Fotos: Begoña Mouriño/EP / El Progreso (Lugo)

primero fueron las carnes rojas, luego las blancas, después los pescados y, por último, el marisco. Tras haber abandonado el consumo de todo este tipo de alimentos hace cinco años, Eugenio García se lo piensa dos veces antes de hincarle el diente a lo que tiene en el plato. Este odontólogo lucense lo tiene claro; es vegetariano por una cuestión de principios. «Es un asunto de conciencia que obedece a una evolución personal. Tomé la decisión cuando me di cuenta de que no es necesario que nadie padezca para que yo me alimente, al comer carne estás devorando también el sufrimiento del animal», asevera.

Además, Eugenio confía en que apostar por las frutas y verduras contribuye a equilibrar el reparto de recursos a nivel mundial. «Si todo el mundo fuera vegetariano no existiría el hambre -sentencia- para producir un kilo de carne hacen falta catorce de cereal. Basta con comparar la cantidad de personas que se pueden alimentar con ese kilo de carne y las que pueden hacerlo con catorce kilos de cereal para darse cuenta de que comer carne es un lujo. No somos conscientes de ello, pero el día que todos los chinos quieran comer un filete habrá un problema en Occidente».

Aprovechando sus conocimientos culinarios, Eugenio ha desarrollado todo un recetario, carente de carnes y pescados, muy nutritivo y para chuparse los dedos con el que desmonta la creencia de que los vegetarianos están mal alimentados. «Parece que a los omnívoros no les falta de nada y a nosotros sí, pero no es cierto. La dieta vegetariana es mucho más saludable, reduce el colesterol, los triglecéridos y las afecciones como cáncer de colon o problemas de corazón, por ejemplo. No tenemos ninguna carencia alimenticia, es algo que está suficientemente demostrado por la Organización Mundial de la Salud. Los aportes nutritivos que consumimos dependen del equilibrio de la dieta pero no del tipo de productos. Las proteínas que aportan la carne y el pescado, por ejemplo, nosotros las obtenemos de los vegetales, que además son de una alta calidad biológica», explica. Y no sólo eso. Eugenio afirma que los beneficios de la dieta vegetariana se advierten desde el principio. «Estás más despejado y más ágil, lo percibes desde el primer momento», asegura.

Albóndigas de avena, canelones de espinacas y ricotta, crema aromática de verduras, empanadillas de soja o turrón de chocolate con pistachos, piñones y pasas. La dieta vegetariana es rica y cosmopolita, pues si hay algo que la caracteriza es la variedad y la influencia que recoge de las costumbres culinarias de diversos países, especialmente los asiáticos. Eugenio maneja unas 500 recetas que comparte en su página web delokos.org desde hace cuatro años. «Es un libro de cocina virtual que consulto pero yo me muevo en la cocina sin recetas, mi método es abrir la nevera y preguntarme: ¿qué comemos hoy?», dice. Así, con un poco de imaginación unida a sus conocimientos de técnicas culinarias, Eugenio es un experto en poner sobre el mantel platos que hacen la boca agua.

De hecho, en octubre impartirá un curso de cocina vegetariana en la Casa de Alba, un refugio de paz y armonía situado en Antas de Ulla y regentado por Fernando Noeira, padre de una numerosa familia poco amiga de los chuletones de cerdo. Él, de 57 años, y su mujer María, de 47, llevan más de 20 años siendo vegetarianos. «Se trata de un problema de conciencia y de una filosofía vital», confiesa. Sus cinco hijos, Álvaro, el más pequeño con 7 años, Cristina, Xoana, Eugenia y Raquel, la mayor de 16, no prueban tampoco ni un bocado de carne. «Hemos tenido muchos problemas en el comedor del colegio, antes teníamos que ir a buscarlos para que comieran en casa porque no disponían de comida adecuada para ellos. No obstante, después de mucho luchar, hemos conseguido que elaboren para ellos un plato vegetariano», explica Fernando.

Cuando le preguntan el porqué de su decisión, Fernando no duda, es incapaz de comerse un animal. «Se cría en granjas hacinado hasta que lo recoge un camión que huele a muerte. Durante todo el viaje sabe que lo van a sacrificar y segrega unos altos niveles de estrés. No puedo comerme un animal que haya pasado por eso», explica.

Fernando mantiene la creencia de que la sociedad actual «está enferma», en comparación con las sociedades ancestrales donde el respeto era mucho mayor y «sólo se sacrificaban los animales necesarios y se hacían rituales para pedir permiso al espíritu del animal y de agradecimiento», apunta.

Fernando cree que basta con hacer un sencillo experimento. «Si a un niño le das un conejito o un cordero y dejas que juegue con él, si luego lo matan en su presencia nunca más volverá a probar un bocado de carne», explica.

Al igual que Eugenio, Fernando sostiene que su dieta es idónea para el cuerpo y la mente. «Cuando la gente comienza a consumir sólo productos vegetarianos en seguida advierte lo bien que se siente. Comentan sorprendidos: uy, qué bien duermo, qué bien voy al baño, qué bien noto el estómago...».

Ahorro

Además, al llenar el carro de la compra con estos productos, el bolsillo no se resiente. «La diferencia de precio con respecto a una comida que incluya carnes suele ser de la mitad -indica-, el plato de comida vegetariana en el restaurante te puede costar unos seis euros y cuenta con ingredientes realmente variados». Y ricos. Hasta los paladares más difíciles de contentar quedan satisfechos. «Es sorprendente como los niños que no prueban una lechuga en su casa llegan aquí y se sirven de todo», comenta Fernando.

Asimismo, darle la bienvenida a los vegetales supone, a la vez, decirle adiós al bicarbonato. «Si te excedes comiendo, a los diez minutos te habrás recuperado. Nunca sufrimos la pesadez de estómago que ocasionan las carnes», explica el propietario de la Casa de Alba.

En su hogar entran productos naturales que recogen del bosque que les rodea -«el poder nutricional de las castañas de Lugo es impresionante», dice Fernando- y disfrutan de sabores para muchos desconocidos. «Hacemos unas infusiones riquísimas con las hojas del abedul y del tojo», señala. Pues, para ellos, el café es un capricho que se conceden sólo de vez en cuando. «Es una bomba química, pero está tan rico que nos cuesta dejarlo y por eso lo tomamos en alguna ocasión», dice.

Noticia completa con fotos:
http://elprogreso.galiciae.com/nova/66412.html

margaly
03-nov-2010, 13:59
genial!! gracias por traerla. :D

zana
10-nov-2010, 18:24
Que bien, ya no somos "invisibles" :)