monrodriguez
07-oct-2010, 08:40
Hola a todos, me llamo Montaña, soy de Cáceres, pero vivo en Madrid desde hace 11 años. Soy informática, aunque actualmente, y por decisión propia y de la que creo que es la mejor que he tomado en mi vida, ejerzo de mamá 24 horas de dos de mis tres amores (del tercero ejerzo de amor, amiga y amante). Mis otros dos amores son Iván, mi príncipe encantador, de 4 añazos ya, y Emma, mi princesa prometida, de tan solo 1 añito y medio.
Por cuestiones de salud, primero de mi hijo, que a raíz de problemas en el parto (tras romper aguas y no ponerme de parto, la matrona tenía prisa y me metió oxitocina como para un caballo, el niño no lo aguantó y tuvo sufrimiento fetal con falta de oxígeno durante más de 1 minuto) y luego además por intoxicación de metales pesados (en nuestro caso, aluminio) a raíz de las vacunas, en el colegio elitista (por no extenderme ni encenderme porque lo que le han hecho a mi hijo en ese colegio que se dice católico, no tiene nombre, la realidad en este caso, también supera la ficción, con reclamaciones y quejas, que a mí no me sirvem pero espero que para otros sí) al que fué el año pasado, lo tacharon de retraso mental, autismo, trastorno generalizado del desarrollo, etc, etc, cuando lo que tiene es un retraso madurativo por las causas que ya os he dicho, en fin, pues a raíz de ello, conocimos el mundo de las terapias alterntivas, que para nosotros han supuesto algo maravilloso porque el cambio que ha dado mi hijo en 1 año es increíble, y empezar a cuidar su alimentación, comenzando por los lácteos, pasando de la leche de vaca a la de soja, y aquí se acababa nuestro conocimiento. A principios de este año, tras mucho tiempo de penar, al fin me diagnosticaron una enfermedad inflamatoria intestinal, que me dicen que es para mí para siempre, de la que he tenido varios brotes muy graves y la medicación no me hacía nada, cada vez me daban medicamentos más potentes y conflitivos (en el sentido de que lo que me arreglan por un lado, me lo desarreglan por otro), y yo estaba cada vez peor, hasta que mi homeópata me hizo un test de alimentos y desde entonces estamos descubriendo otras formas de alimentación en toda la familia y el cambio, en el caso de mi enfermedad, ha sido también muy notable.
Ahora andamos entusiasmados con las leches vegetales, porque al niño le gusta más la de avena y la de almendras que la de soja, a mí también, y la pequeña se ha apuntado, y al final hemos arrastrado también a mi marido, pero son carísimas y no nos lo podemos permitir a diario, y andamos pensando en comprar una de esas máquinas para hacerla, pero nos da miedo también gastarnos el dinero, porque no son baratas, y que luego no nos salga la leche buena.
Siento mucho la charla que os he metido, pero quería presentarme y que nos conociérais un poco.
Un abrazo a tod@s,
Mon
Por cuestiones de salud, primero de mi hijo, que a raíz de problemas en el parto (tras romper aguas y no ponerme de parto, la matrona tenía prisa y me metió oxitocina como para un caballo, el niño no lo aguantó y tuvo sufrimiento fetal con falta de oxígeno durante más de 1 minuto) y luego además por intoxicación de metales pesados (en nuestro caso, aluminio) a raíz de las vacunas, en el colegio elitista (por no extenderme ni encenderme porque lo que le han hecho a mi hijo en ese colegio que se dice católico, no tiene nombre, la realidad en este caso, también supera la ficción, con reclamaciones y quejas, que a mí no me sirvem pero espero que para otros sí) al que fué el año pasado, lo tacharon de retraso mental, autismo, trastorno generalizado del desarrollo, etc, etc, cuando lo que tiene es un retraso madurativo por las causas que ya os he dicho, en fin, pues a raíz de ello, conocimos el mundo de las terapias alterntivas, que para nosotros han supuesto algo maravilloso porque el cambio que ha dado mi hijo en 1 año es increíble, y empezar a cuidar su alimentación, comenzando por los lácteos, pasando de la leche de vaca a la de soja, y aquí se acababa nuestro conocimiento. A principios de este año, tras mucho tiempo de penar, al fin me diagnosticaron una enfermedad inflamatoria intestinal, que me dicen que es para mí para siempre, de la que he tenido varios brotes muy graves y la medicación no me hacía nada, cada vez me daban medicamentos más potentes y conflitivos (en el sentido de que lo que me arreglan por un lado, me lo desarreglan por otro), y yo estaba cada vez peor, hasta que mi homeópata me hizo un test de alimentos y desde entonces estamos descubriendo otras formas de alimentación en toda la familia y el cambio, en el caso de mi enfermedad, ha sido también muy notable.
Ahora andamos entusiasmados con las leches vegetales, porque al niño le gusta más la de avena y la de almendras que la de soja, a mí también, y la pequeña se ha apuntado, y al final hemos arrastrado también a mi marido, pero son carísimas y no nos lo podemos permitir a diario, y andamos pensando en comprar una de esas máquinas para hacerla, pero nos da miedo también gastarnos el dinero, porque no son baratas, y que luego no nos salga la leche buena.
Siento mucho la charla que os he metido, pero quería presentarme y que nos conociérais un poco.
Un abrazo a tod@s,
Mon