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Ver la versión completa : Testimonio de una activista que presenció la matanza de El Escorial



Loba
07-ago-2010, 16:04
Matar la inocencia


El domingo 1 de agosto a las 12 de la mañana estuvimos un grupo de activistas de diversas organizaciones como Pacma y Equanimal y otras haciendo una protesta frente al ayuntamiento del Escorial en Madrid. Se trataba de protestar por la becerrada que se celebraría por la tarde a las 19 horas y que se celebra todos los años por estas fechas.
También pretendían soltar a un cochinillo y divertirse todos los mozos del pueblo con él haciéndole todo tipo de salvajadas, y más de uno en estado ebrio.
Pacma consiguió evitar lo del cochinillo denunciándolo al tratarse de un animal doméstico, y que con ello se incumpliría la ley de protección animal de animales domésticos.
Pero la becerrada sí que se llevó a cabo para nuestra desgracia.
Tres activistas entramos en la plaza de toros y pudimos grabar con vídeo y fotos lo que allí sucedió.
Me cuesta mucho escribir esto, pero quiero contarlo para que lo sepa todo el mundo.
Yo nunca había entrado a una plaza de toros, nunca. Sólo había podido ver imágenes en la televisión que ya son lo bastante fuertes y salvajes torturando a un animal.
Una corrida de toros con un toro adulto es una aberración, una salvajada, una barbarie, es de lo más cruel que el ser humano ejecute al toro rodeado de cientos de personas en la plaza jaleando, gritando, borrachos y riéndose de lo que ven. Algunos tienen las tragaderas de comer bocadillos, de carne claro, mientras se está matando al toro.

Pero después de lo que ví ayer, casi me atrevería a decir que una becerrada es mucho más cruel si cabe, los becerros son bebés de 1 ó 2 años de edad, se les echa a la plaza tan pequeños que algunos no tienen ni cuernos, y su mirada tiene la dulzura de un bebé, de un cachorro de toro, con pestañas largas que pude ver desde donde yo estaba sentada. Esos becerros, esos bebés no sabían donde estaban, alejados de su mamá, echándola de menos, llorando, pensando incluso que aquello era solo un juego ,y que esos payasos con capotes, solo iban a jugar con ellos un rato, un rato demasiado largo aunque solo durase 20 minutos con cada uno. Un rato que acabaría con ellos violentamente.

Primero salieron unas mozas en una calesa tirada por cuatro pobres caballos, que parece ser que eran las guapas del pueblo, yo noví que lo fueran tanto, y dieron varias vueltas a la plaza tirando al público caramelos.Yo de esto nada entendía, igual que no pude entender ni asimilar lo que luego sucedió.
Tocaba una banda de música enfrente, en el tendido al sol. Había muchas peñas que se diferenciaban por el color de las camisetas. Y todas ellas llevaban unas grandes garrafas, y digo grandes porque eran de tamaño como el doble de un bidón de cerveza de los que se ponen en los bares para la cerveza de grifo.
Imaginaros en que estado se encontraban, completamente borrachos.

Tenían que salir tres becerros y salió el primero. Tanto mis compañeros como yo, y sobretodo yo, estaba muy asustada .no sabía si iba a poder aguantar aquello. Me puse una gorra y unas gafas de sol negras, por si lloraba y para que no se notara cuando miraba hacia otra dirección que no fuese al toro y al becerro, ya que era insoportable lo que había allí delante .Encima era una plaza móvil, más pequeña que las normales, con lo cual estabas donde te sentaras, bastante cerca del ruedo.
Los dos primeros becerros eran negros y el tercero color canela. Eran preciosos.
Entre el público había muchos niños, y digo niños muy pequeños, de 10 años muchos ,de 5 años, de 3 años que las madres los tenían durmiendo sobre sus piernas, y menos mal que dormían, aunque alguno luego se despertó y pude ver como miraba hacia la matanza. Pero lo más sorprendente es que vi a un bebé humano, incluso llevaba su chupete.
La matanza, tortura y asesinato de los bebés duraba aproximadamente unos 20 minutos con cada uno. Varios rejoneadores, mozos, y espontáneos bailaban alrededor de los becerros con capotes para marearles. Los bebés tenían la lengua fuera, seca y sucia de polvo, respiraban muy fuerte de tanto correr y con aquel calor que hacía, se caían muchas veces de rodillas o resbalaban, y la gente se reía, y yo no lo podía soportar, mis ojos de empañaban y tragaba saliva y apretaba mis manos para contenerme y no saltar o gritar, éramos solo tres rodeados de cientos de personas, nos habrían linchado.
Los toreros eran tan torpes ,que no sabían ni torear, se acojonaban cuando los becerritos se les echaban encima, que como dije antes, no tenían ni punta en los cuernos. Seguro que si en vez de marearlos con esa tela de color rosa y amarillo, se hubieran acercado tranquilamente a ellos, los podrían haber acariciado. Pero espera, estoy soñando ahora, tengo que volver a la cruda realidad.
No me podía llegar a imaginar que el color rosa pudiera ser un color tan cruel, y lo digo por los capotes, hasta había banderillas de color rosa.

Eran muy torpes, y la carnicería fue peor, clavaban sin saber, y volvían a clavar, y más y más...
El segundo becerro sufrió mucho más todavía, porque la espada se la clavaron mal, y se le podía oir en toda la plaza llorar, gemir de dolor, llamar a su madre, todavía suena en mis oídos sus gemidos, no puedo dejar de oirlos.

http://delavidaylapalabra.blogspot.com/2010/08/testimonio-de-un-activista-que.html


Más información:

Historia de vampiros

http://delavidaylapalabra.blogspot.com/2010/08/historia-de-vampiros.html

BECERRADA: Sed de mal en El Escorial

http://delavidaylapalabra.blogspot.com/2010/08/becerrada-sed-de-mal-en-el-escorial.html

Aljandar
07-ago-2010, 19:37
Exacto, matar la inocencia... en los pobres becerritos y en los pobres niños que asistían. El que tiene el corazón renegrío no para hasta que no ve a los demás igual. Es su tranquilidad de conciencia momentánea... Tranquilidad que no alcanzará nunca.

Difundo!!!

laurana
08-ago-2010, 16:07
:(:(:(:(:(:(:(:(

goombario
08-ago-2010, 20:44
Que triste :(