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margaly
18-jun-2007, 09:13
La comuna ecológica más antigua de los Balcanes en peligro por una carretera

La comuna ecológica más antigua de los Balcanes, situada en Serbia central, está amenazada por la construcción de una carretera que favorece 'las ganancias y el capital y que lo devasta todo', según afirma su fundador, el escritor y artista Bozidar Mandic.

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Este centro, en el monte Radnik, también dedicado a la cultura y denominado 'La familia de los arroyos claros', fue fundado en 1977 como un ensayo de la vida alternativa y con una filosofía de retorno a la naturaleza en oposición al hombre urbano industrializado y perdido en una civilización altamente desarrollada.

'Somos el símbolo de un pequeño hogar que vive una vida diferente', cuenta a Efe Mandic, quien hace 30 años abandonó su natal Novi Sad, la segunda ciudad serbia, y se fue a vivir a la diminuta y aislada aldea de Brezovica, donde estableció la comuna.

'Fuimos entre los pioneros en Europa en crear una filosofía verde de actividades antinucleares y movimientos pacíficos que surgieron en la década de 1970', dice.

'Llegamos a eso por instinto. Ofrecimos una solución propia de lucha por la supervivencia, por el planeta, por una vida diferente y por un hombre renacentista y no esclavo y sometido al ritmo industrial de producción y beneficios', agrega Mandic.

Unas 30.000 personas de todo el mundo han visitado desde entonces ese idílico lugar, de unas dos hectáreas de bosques y prados, tres arroyos, cinco casas viejas de barro, madera y piedra desprovistas de aparatos modernos y con un ambiente de comienzos del siglo XX, que incluye una biblioteca y un modesto teatro.

Según Mandic, todos sus habitantes llegaron sin tener que pagar nada 'para experimentar el sentimiento esencial de intercambio, de comunicación, de riqueza de emociones, creación, amistad y calor'.

La comuna, en la que participan también numerosos actores, escritores, gente del teatro e intelectuales, se dedica intensamente a la cultura y al arte, así como a la publicación de libros y a la organización de exposiciones.

Tradicionalmente en agosto, sus miembros celebran un festival de teatro que reúne a una decena de grupos teatrales alternativos, que actúan 'en un árbol, en el arroyo o en el prado'.

'Mostramos que la cultura se basa en el espíritu, no sólo en el dinero. También concedemos un premio como un estímulo a los intelectuales para que luchen por la naturaleza, y que consiste en un litro de agua, un diploma en una tabla de madera, pan negro y 10 dinares (poco más de un céntimo de euro)', explica Mandic.

Recalca que entre los laureados figura el célebre director cinematográfico Emir Kusturica.

'Somos sólo un pequeño paradigma sin ideología, un ejemplo de que se puede vivir de forma más noble, más espiritual. Esta idea cobrará cada vez más popularidad porque el hombre está cada vez más alienado, automatizado, con un hambre insaciable de dinero. Nosotros, al contrario, vivimos una vida sencilla, elemental, y en eso yo veo lo esencial', cuenta.

Hace tres años, una empresa de la ciudad serbia de Sabac, propiedad del hombre de negocios austríaco Manfred Asamer, compró parte de la zona con una cantera cerrada hace tres décadas que ahora quieren revitalizar y explotar.

La empresa decidió construir una carretera, que pasa a sólo unos 70 metros de la comuna.

Mandic insiste en que 'el capitalismo sin escrúpulos' rechazó 'por medio litro de gasolina' una propuesta de edificar la carretera en otro sitio, algo más larga pero que permitiría preservar su centro ecológico y cultural.

Asegura, además, que su construcción comenzó sin permisos, pero con el consentimiento y promesas posiblemente de unos corruptos dirigentes locales, y denuncia que el constructor aún no ha elaborado un decisivo análisis de viabilidad ecológica, pese a que es exigido por la ley serbia.

El Estado apenas dio señal alguna de voluntad de proteger la comuna, pese a numerosas peticiones y protestas de instituciones culturales, intelectuales y jóvenes, y el apoyo de la opinión pública.

Varias hectáreas de prados alrededor del centro fueron devastadas y también han sido cortados 5.000 árboles y ha resultado afectado un arroyo en más de un kilómetro.

El optimismo es uno de los postulados de la filosofía de Mandic, pero en Serbia, un país en transición que se enfrenta a difíciles retos políticos y económicos, la ecología no parece ser prioritaria y es poco probable que el centro sea protegido ahora que la construcción de la carretera ha entrado en su fase final.

http://actualidad.terra.es/sociedad/articulo/balcanes_comuna_ecologica_antigua_peligro_1649455. htm

sujal
18-jun-2007, 09:29
Qué indecencia, qué barbaridad, qué falta de escrúpulos y falta de repeto a aquellos que no desean vivir a la manera que nos imponen.

No conocía esta ecoaldea serbia... ojalá siga allí mostrando cómo existen otras maneras de vivir sin "parasitar".