Senyor_X
09-mar-2010, 16:17
“Enzo, un rico comerciante de Puerto Ayacucho, visita a las comunidades indígenas del alto Orinoco y se horroriza cuando ve a Orawë, indígena Yanomami tumbado tranquilamente en su chinchorro (especie de hamaca), mascando tabaco.
- ¿Por qué no sales a pescar?- le pregunta Enzo.
- Porque ya he pescado bastante por hoy - le contesta Orawë.
- ¿Y por qué no pescas más de lo que necesitas? - insiste el comerciante.
- ¿Y qué iba a hacer con ello?- pregunta a su vez el indio.
- Ganarías más dinero. De este modo podrías poner un motor fueraborda en tu canoa. Entonces podrías llegar lejos en el río y pescar más peces. Y así ganarías lo suficiente para comprarte una red de nylon, con lo que obtendrías más pescado y más dinero. Pronto ganarías para tener dos canoas y hasta dos motores y más rápidos…Entonces serás rico, como yo.
- ¿Y qué haría entonces? - preguntó de nuevo el indígena.
- Podrías sentarte y disfrutar de la vida - respondió el comerciante.
- ¿Y que crees que estoy haciendo en este momento?-– respondió satisfecho el indio Orawë.”
Cuento de Tony de Mello
Más allá de la pesca y del tabaco de mascar, la moraleja del cuento me parece de lo más válida.
- ¿Por qué no sales a pescar?- le pregunta Enzo.
- Porque ya he pescado bastante por hoy - le contesta Orawë.
- ¿Y por qué no pescas más de lo que necesitas? - insiste el comerciante.
- ¿Y qué iba a hacer con ello?- pregunta a su vez el indio.
- Ganarías más dinero. De este modo podrías poner un motor fueraborda en tu canoa. Entonces podrías llegar lejos en el río y pescar más peces. Y así ganarías lo suficiente para comprarte una red de nylon, con lo que obtendrías más pescado y más dinero. Pronto ganarías para tener dos canoas y hasta dos motores y más rápidos…Entonces serás rico, como yo.
- ¿Y qué haría entonces? - preguntó de nuevo el indígena.
- Podrías sentarte y disfrutar de la vida - respondió el comerciante.
- ¿Y que crees que estoy haciendo en este momento?-– respondió satisfecho el indio Orawë.”
Cuento de Tony de Mello
Más allá de la pesca y del tabaco de mascar, la moraleja del cuento me parece de lo más válida.