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Ver la versión completa : BCN:19/01 Conferencia: Los derechos de los animales en el mundo



Préssec
18-ene-2010, 09:12
Conferencia Animalista: Los Derechos de los Animales en el Mundo

Barcelona - 19/01/2010 19:00
Ponente: Teresa Gimenez Candela
Ponente: Teresa Gimenez Candela, Ex-Magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya.

Conferencia: Los Derechos de los Animales en el Mundo
LUGAR: Centre Cívic Casa Golferichs
C/ Gran Via, 491 (Esquina: Viladomat)



http://www.liberaong.org/nota_actualidad.php?id=1508

Snickers
18-ene-2010, 10:34
Teresa Giménez-Candela ha sido nombrada Presidenta nacional de la Asociación Interuniversitaria en Defensa de los Animales (AIUDA). Los interesados en esta Asociación pueden escribir a su dirección de correo electrónico:
Teresa.Gimenez.Candela@uab.cat


http://www.faada.org/agenda.php?id_agenda=38



Conferencia Animalista

Lugar: Barcelona
Fecha: 19 de enero 2010

La Oficina de Protección de los Animales de Barcelona, adscrita
en el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Barcelona organiza dentro del Ciclo de Conferencias Animalistas 2010 :
Conferencia "Los derechos de los animales en el mundo"
Fecha : 19 de Enero de 2010
Hora : 19.00 h
Lugar : Centre Cívic Casa Golferichs - Gran Via Corts Catalanes, 491 (esquina calle Viladomat)
Ponente : Teresa Gimenez Candela


La Sra. Teresa Gimenez Candela es Catedrática de Derecho Romano. Investigadora de reconocido prestigio. Animal Law Professor.
Actualmente trabaja en el Departamento de Derecho Público y Ciencias Historicojurídicas de la Facultad de Derecho de la Universitat Autònoma de Barcelona. Ha impartido cursos, seminarios y conferencias en diferentes centros universitarios (Sorbona, Amsterdam, Utrecht, Salzburg, Graz, Köln, München, Szèged, Atenas, Sofia, Roma, Nàpols, Teramo,
Soverato, Lecce, Alguero, Milà, New York, Buenos Aires, Lima, Mexico D.F., etc).

Ex-Magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya.

Para confirmar asistencia: Tel. 93 413 24 52 o al mail opab@bcn.cat


www.bienestaranimal.es/wp-content/.../01/animal-de-bellota.pdf

Teresa Giménez-Candela
ANIMAL DE BELLOTA
Ya podemos insultar a alguien llamándole “animal de bellota” con la aprobación de las 22 Reales Academias de la Lengua, que, en fecha reciente han admitido el uso de ésta y otras expresiones coloquiales, como prueba de que el idioma sigue vivo y se renueva constantemente. La cuestión está en porqué asimilamos la expresión “animal de bellota”, es decir el cerdo - que hoy en día se alimenta raramente de ese manjar-, a la condición de una “persona ruda y de poco entendimiento”. Los cerdos tienen, está científicamente demostrado, una inteligencia muy desarrollada, una capacidad de percepción altísima y una compatibilidad genética con la especie humana que les hace aptos para la experimentación con transplantes de órganos. Del cerdo, del que todo se aprovecha: ”loor al cerdo que no tiene desperdicio!”, decía el inolvidable crítico de cine Alfonso Sánchez con su voz cascada, para alabar la calidad de las películas de determinado Festival cinematográfico, se podrán decir muchas cosas (la voz cerdo tiene una altísima sinonímia), pero no que tiene poco entendimiento. Los cerdos, como muchos de los animales que van a ser sacrificados, huelen la muerte y gritan de pavor.

Existe probablemente el silencio de los corderos, pero también los terneros, separados de sus madres, cuando entran en el matadero lloran de miedo y, en la distancia, parecen bebés gimiendo a coro.

Nuestro lenguaje, está plagado de expresiones despectivas y de algún insulto directo que utiliza a los animales como vehículo de expresión: burro!, desasnar, lagarta, mono de feria, hijo de perra, animal, animal de cuatro patas, perra vida! -el “mondo cane” en versión italiana-, el sonido “uh, uh, uh”, de alto contenido racista, y tantas otras que ahorro al lector. Resulta extraño pensar que los animales forman parte de nuestro mundo, pero los ignoramos y, desgraciadamente, sólo los usamos. En nuestro subconsciente late su condición de “cosas”, tal como el sistema jurídico continental los considera desde la concepción romana de los mismos. Y ese dato, tan poco relevante en apariencia, tiene consecuencias insospechadas. El propietario de algo, de una cosa, no tiene que justificar su comportamiento como dueño de la misma, la usa, la disfruta, se deshace de ella: la vende, la abandona, la destruye, o la maltrata. La legislación de la mayoría de los países (salvo Austria, Suiza y Alemania), partiendo de esa concepción cosificada de los animales, tiende a protegerlos del maltrato y eso ya es un paso importante. Pero no es suficiente. Los animales, considerados como productos, tienen una protección limitada a su condición de tales.

Los avances científicos no sólo recientes, sino desde Darwin, vienen demostrando que los animales son seres sensibles (“sentient beings”). Jeremy Bentham (1748-1832) sostenía que, si bien no pueden razonar o hablar, sí pueden sentir, al igual que defendía la igualdad de derechos de las mujeres, la libertad de expresión, la abolición de la esclavitud, el comercio libre o la descriminalización de la homosexualidad. Todo ello trabajosas conquistas que se han logrado muchos siglos después de que el filósofo y jurista inglés, uno de los padres del liberalismo, las defendiera como postulados irrenunciables de “una vida mejor para todos” (=”the greatest happiness to the greatest number”).

Que una nueva mentalidad que considera a los animales como seres sensibles está abriéndose paso, paulatinamente, también en España, parece fuera de duda; pero del rechazo de la violencia hacia los animales, a adaptar nuestras leyes a su condición de seres sensibles y a insertar el Bienestar Animal en nuestro ordenamiento jurídico y en las enseñanzas que se imparten de manera ordinaria en nuestros planes de estudio, media un largo trecho que habrá que ir recorriendo, sin prisas pero sin pausas.


Teresa Giménez-Candela Catedrática de Derecho Romano.
Animal Welfare Law Professor (EPSI)
Universitat Autònoma de Barcelona