nomaroreuq
17-mar-2009, 12:19
No sé de donde procede, me lo ha pasado una amiga y me ha gustado por eso lo comparto con vosotr@s, a ver que os parece:
Escucha entonces la sabiduría del sabio:
“Camina plácidamente entre el ruido y las prisas,
y recuerda que la paz puede encontrarse en el silencio.
Mantén buenas relaciones con todos en tanto te sea posible, pero sin transigir.
Di tu verdad tranquila y claramente;
Y escucha a los demás, incluso al torpe y al ignorante. Ellos también tienen su historia.
Evita las personas ruidosas y agresivas, pues son vejaciones para el espíritu.
Si te comparas con los demás, puedes volverte vanidoso y amargado
porque siempre habrá personas más grandes o más pequeñas que tú.
Disfruta de tus logros, así como de tus planes.
Interésate en tu propia carrera, por muy humilde que sea; es un verdadero tesoro en las cambiantes visicitudes del tiempo.
Sé cauto en tus negocios, porque el mundo está lleno de engaños.
Pero no por esto te ciegues a la virtud que puedas encontrar; mucha gente lucha por altos ideales y en todas partes la vida está llena de heroísmo.
Sé tu mismo.
Especialmente no finjas afectos.
Tampoco seas cínico respecto al amor, porque frente a toda aridez desencanto, el amor es tan perenne como la hierba.
Acepta con cariño el consejo de los años, renunciando con elegancia a las cosas de juventud.
Nutre la fuerza de tu espíritu para que te proteja en la inesperada desgracia,
pero no te angusties con fantasías. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.
Más allá de una sana disciplina, sé amable contigo mismo. Eres una criatura del universo, al igual que los árboles y las estrellas, tienes derecho a estar aquí, y, te resulte o no evidente, sin duda el universo se desenvuelve como debe. Por lo tanto, mantente en paz con Dios, de cualquier modo que Le concibas, y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones, mantente en paz con tu alma en la ruidosa confusión de la vida. Aún con todas sus farsas, cargas y sueños rotos, éste sigue siendo un hermoso mundo.
Ten cuidado y esfuérzate en ser feliz”.
Escucha entonces la sabiduría del sabio:
“Camina plácidamente entre el ruido y las prisas,
y recuerda que la paz puede encontrarse en el silencio.
Mantén buenas relaciones con todos en tanto te sea posible, pero sin transigir.
Di tu verdad tranquila y claramente;
Y escucha a los demás, incluso al torpe y al ignorante. Ellos también tienen su historia.
Evita las personas ruidosas y agresivas, pues son vejaciones para el espíritu.
Si te comparas con los demás, puedes volverte vanidoso y amargado
porque siempre habrá personas más grandes o más pequeñas que tú.
Disfruta de tus logros, así como de tus planes.
Interésate en tu propia carrera, por muy humilde que sea; es un verdadero tesoro en las cambiantes visicitudes del tiempo.
Sé cauto en tus negocios, porque el mundo está lleno de engaños.
Pero no por esto te ciegues a la virtud que puedas encontrar; mucha gente lucha por altos ideales y en todas partes la vida está llena de heroísmo.
Sé tu mismo.
Especialmente no finjas afectos.
Tampoco seas cínico respecto al amor, porque frente a toda aridez desencanto, el amor es tan perenne como la hierba.
Acepta con cariño el consejo de los años, renunciando con elegancia a las cosas de juventud.
Nutre la fuerza de tu espíritu para que te proteja en la inesperada desgracia,
pero no te angusties con fantasías. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.
Más allá de una sana disciplina, sé amable contigo mismo. Eres una criatura del universo, al igual que los árboles y las estrellas, tienes derecho a estar aquí, y, te resulte o no evidente, sin duda el universo se desenvuelve como debe. Por lo tanto, mantente en paz con Dios, de cualquier modo que Le concibas, y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones, mantente en paz con tu alma en la ruidosa confusión de la vida. Aún con todas sus farsas, cargas y sueños rotos, éste sigue siendo un hermoso mundo.
Ten cuidado y esfuérzate en ser feliz”.