Anny
24-jul-2008, 17:29
Había una vez un joven con un carácter fuerte, impulsivo y explosivo, reventaba en cólera a la menor provocación. La mayoría de las veces, después de uno de estos incidentes, se sentía avergonzado y se esforzaba por consolar a quien había dañado.
Un día su maestro, quien le vio dando excusas a un compañero de salón después de una explosión de ira, le llevó a un aula, le entregó una hoja de papel lisa y le dijo: "¡Estrújalo!".
Asombrado, obedeció, lo arruguó e hice con él una bolita. Luego le dijo: "Ahora déjalo como estaba antes" ... Por supuesto que no pudo dejarlo como estaba. Por más que trataaba, el papel quedó lleno de pliegues y arrugas.
El profesor le dijo: "El corazón de las personas es como este papel... La impresión que dejas en ellos, será tan difícil de borrar como esas arrugas y esos pliegues que has hecho en el papel" ... Así aprendió a ser más comprensivo y paciente.
Cuando sientas ganas de estallar, recuerda ese papel arrugado. La impresión que dejamos en los demás es imposible de borrar ... más aún cuando dañamos con nuestras reacciones o con nuestras palabras ... Luego queremos enmendar nuestro error, pero ya es tarde
Un día su maestro, quien le vio dando excusas a un compañero de salón después de una explosión de ira, le llevó a un aula, le entregó una hoja de papel lisa y le dijo: "¡Estrújalo!".
Asombrado, obedeció, lo arruguó e hice con él una bolita. Luego le dijo: "Ahora déjalo como estaba antes" ... Por supuesto que no pudo dejarlo como estaba. Por más que trataaba, el papel quedó lleno de pliegues y arrugas.
El profesor le dijo: "El corazón de las personas es como este papel... La impresión que dejas en ellos, será tan difícil de borrar como esas arrugas y esos pliegues que has hecho en el papel" ... Así aprendió a ser más comprensivo y paciente.
Cuando sientas ganas de estallar, recuerda ese papel arrugado. La impresión que dejamos en los demás es imposible de borrar ... más aún cuando dañamos con nuestras reacciones o con nuestras palabras ... Luego queremos enmendar nuestro error, pero ya es tarde