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Ver la versión completa : Martin Balluch en huelga de hambre: último comunicado



Jose R
08-jul-2008, 15:58
Viena, 4 de Julio de 2008

Mensaje al Movimiento Internacional por los Derechos de los Animales sobre mi huelga de hambre en el día 43 de mi encarcelación


Supongo que ya conoceréis que hace 43 días ya, la policía austriaca llevó a cabo 28 asaltos armados a casas de activistas por los derechos de los animales y en las oficinas de 7 grupos por los derechos de los animales por toda Austria.

Diez personas, incluyéndome a mí, fuimos puestas en prisión preventiva, y todavía seguimos así. Debido a lo absolutamente desproporcionado de estas actuaciones policiales, y a que no se proporcionaron razones fundadas para la actuación policial y los arrestos, inmediatamente me puse en huelga de hambre. Utilicé el último medio que quedaba a mi alcance para protestar contra el increíble nivel de terror policial y la represión de estado.

Al principio no tenía acceso a zumos de frutas o té azucarado, y sólo después días sin alimento y de líquido que no fuese agua, empecé a sentir náuseas y debilidad. Me tenía que mover despacio para evitar un desvanecimiento. Tras una semana en huelga de hambre, se me proporcionó azúcar y zumos de frutas, y elegí ingerirlos. El doctor de la prisión me advirtió que una huelga de hambre sólo con agua conduce rápidamente a una discapacidad funcional cerebral. Como necesito el cerebro para defenderme y para mostrar a estos terroristas lo que realmente son, elegí beber zumos. Todavía sigo perdiendo peso rápidamente, alrededor de 1.5Kgs al día,. En el día 13 de mi huelga de hambre –en ese momento había perdido ya 18Kgs- se me trasladó al hospital de la prisión. En realidad se me trasladó de la Prisión Wiener Neustadt a la que me encuentro ahora en Viena porque esta prisión tiene hospital.
En el día 15 de mi huelga de hambre me desmayé por primera vez. Desde ese momento en adelante, he tenido que permanecer en cama.

Debido a que en el día 17 iba a tener la oportunidad de tener una audiencia con la jueza para decidir si tendría que continuar o no en prisión preventiva, comí dos piezas de fruta y una barrita de muesli por la mañana para poder trasladarme al juzgado. Inmediatamente me sentí mucho mejor. Pero la audiencia en el juzgado fue toda una farsa. La jueza había tomado ya su decisión incluso antes de que yo entrase en el juzgado y, contrariamente a lo que dicta la ley, no me permitió ofrecer mi alegato en mi defensa. De hecho, hasta el día de hoy, ni la policía, ni el fiscal, ni la jueza me han preguntado nada o me han dado la oportunidad de ofrecer mis alegaciones, ¡aunque mis abogados se lo han estado pidiendo desde hace semanas!

Después de la audiencia, se me volvió a trasladar al hospital de la prisión y reanudé la huelga de hambre. Los siguientes días me sentí mucho más fuerte, aunque sólo había comido una vez y en tan poca cantidad, pero desde el día 22 en adelante mi estado se salud se deterioró.

En el día 25 las autoridades empezaron a alimentarme forzosamente. Permití que lo hicieran sin resistencia física.
La alimentación forzosa evitó que muriese. Sin embargo no detuvo el deterioro de mi salud, sólo lo ralentizó. Los doctores me informaron que no tenían alimentación vegana adecuada con la que alimentarme forzosamente.

En el día 36 alcancé un nuevo grado de deterioro, que me produjo una experiencia próxima a la muerte. Tenía la fuerte impresión de estar suspendido sobre un absoluto vacío. Y estaba al borde de caer en él. Retrataba mi situación como estando en lo alto de una grieta helada, sobre una placa de hielo tan fina que no podía aguantar mi peso durante mucho más. Ya no podía salir de allí por mí mismo.

Mi abogado había apelado la vergonzosa decisión de la jueza y el abogado me pidió que realizase mi alegato para defender mi caso. Necesitaba poder concentrarme. Además, en unos pocos días tenía mi segunda comparecencia en el juzgado, la cual hubiese resultado imposible de llevar a cabo en mi estado.

Así que en el día 39 decidí intentar recobrar un poco mis fuerzas comiendo un poco. Debido a que aún estaba en huelga de hambre, no se me proporcionó comida en mi celda del hospital de la prisión. Conseguí hacerme con una pequeña naranja que recogí de la basura de la cocina del hospital, e intenté comerla. Fue terrible. Sencillamente no podía. No podía tragar correctamente, así que sólo pudo sorber el zumo. Solicité hablar con el doctor jefe del hospital de la prisión.

¡Casualmente el doctor era socio de nuestra organización por los derechos de los animales! Me dijo que ahora él también es un criminal –porque da dinero a una organización criminal-. Y me dio su apoyo. Si es que quería defenderme a mí mismo y comparecer en el juzgado, necesitaba recobrar de alguna manera algo de mi salud. Establecimos un plan, y desde el día 40 en adelante comí un poco de fruta batida y copos de avena con leche de soja.

¡Qué extraña sensación tener comida en la boca después de tanto tiempo! Y una sola cucharada de copos de avena me llenaba el estómago por completo. Al parecer se había encogido hasta el tamaño de un guisante. En cualquier caso, ahora mismo lentamente vuelvo a recobrar fuerzas y sentirme vivo. Todavía no puedo comer mucho. Tampoco tengo hambre. Y no he pisado el cuarto de baño en 43 días y sigo pesando 24Kgs menos que el día de mi arresto. Sin embargo, mi huelga de hambre no ha acabado. Iré al juzgado y me defenderé a mí mismo. Si el nuevo juez y el juzgado de apelación deciden mantenerme en prisión, tendré que tomar una decisión. O acabaré la huelga de hambre o la reanudaré y sólo beberé agua. No más decisiones a medias. En el caso de que mi decisión sea la segunda, rechazaré de manera activa ser alimentado por la fuerza, hasta que me sea posible. Aquéllos que son responsables de este terror policial tendrán que enfrentarse a las consecuencias.

La fiscalía y la policía no han proporcionado ninguna evidencia en absoluto en mi contra, incluso cuando infiltraron a agentes en mi grupo y pincharon mi teléfono, leyeron todos mis e-mails, grabaron mi entrada a mi casa y me siguieron a todas partes. Así que intentaron fabricar las evidencias. Fueron a hablar con una persona que ellos sabían que sentía animadversión hacia mí e intentaron presionarle para que confesase que era posible que yo hubiese provocado incendios. Él ha hecho público esto y ha revelado que la policía trató de influenciarle y de poner palabras en su boca.

La policía fabricó ataques incendiarios y trató de culparme a mí

Aunque sus propios expertos no encontraron evidencia de un ataque incendiario, sino que fue un accidente debido a un horno insuficientemente ventilado, y que de hecho nadie se había preocupado del mantenimiento del horno, la policía fabricó un comunicado por los derechos de los animales afirmando la autoría del ataque. En adición a esto, la policía atrasó públicamente la fecha del accidente dos días, para poder culparme a mí por ello, ¡ya que yo estuve dos días después en la región donde se produjo!

Lo que nos está sucediendo a mí y al resto de prisioneros es un crimen violento de proporciones extremas. Os pido que sigáis presionando a Austria y a su gobierno de la manera que podáis. El caso se les está desmoronando, hay señales de ello por todos lados.

Los fiscales ya han admitido que no existen evidencias concretas y que los asaltos policiales fueron ilegales

Todavía insisten en mantenernos en prisión preventiva, porque meramente por nuestro activismo (¡activismo legal!) probamos ser compañeros de crímenes con los activistas del ALF, y por lo tanto todos formamos una gigantesca organización criminal -¡Incluso sin ni siquiera conocernos!-. La policía y los fiscales están intentando mantener esta situación tanto como puedan. Presionemos todos juntos y hagámosles caer por el barranco. Se tiene que mostrar públicamente que son unos criminales, y hay que perseguirles legalmente a ellos por lo que han hecho.


Martin Balluch, prisionero político, celda 75/05 del hospital de JA Wien – Josefstadt, 2 de Julio de 2008.

¡Solidaridad con los presos austriacos!

Desde la página web de la organización de Martin Balluch y otros prisioneros puedes mandar una carta-tipo a las autoridades austriacas para que liberen de inmediato a los diez prisioneros políticos por los derechos de los animales:

http://www.vgt.at/actionalert/repression/emailappell/index_en.php

Snickers
08-jul-2008, 16:42
si es q este caso es una vergüenza

A ver si los sueltan ya !!

veganauta
08-jul-2008, 19:46
Buff, es de película de terror kafkiana y todo ésto pasando en la "civilizada" centro-europa en pleno siglo 21...que asco y que vergüenza de sistema social que antepone los intereses de la industria a la más elemental justicia.

Por lo que sé del movimiento animalista austriaco y de sus recientes logros, supongo que es el precio de tener éxito y conseguir cambios sustanciales en la percepción social al respecto de la explotación animal.

De momento es en Austria, pero me da por imaginar que habrá que esperar reacciones criminalizadoras similares, en cualquier lugar donde el activismo en defensa de los animales no humanos comience a percibirse como una amenaza al statu quo.

Abrazos.